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La evaluación antes del embarazo asegura que los partos terminen con un niño más sano y que la madre tenga menos complicaciones.
Es por ello que uno de los propósitos del programa para la atención materno infantil en Cuba es extremar las medidas para garantizar una mejor concepción natal con el fin de disminuir lo que es hoy la tercera causa de muerte de menores de un año en la isla.
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Algunos defectos congénitos pueden prevenirse y es por ello que la educación de las parejas en edad reproductiva es de tanta importancia. Una de las opciones de esta labor preventiva es la consulta preconcepcional, en la que se estudia la salud reproductiva y genética de los miembros de una pareja que están planificando tener descendencia.
En Cuba casi el 50 % de los embarazos no son planificados, lo que reduce el impacto de las medidas de control y cuidados previos que inciden en la prevención de los defectos congénitos.
De gran importancia es la salud nutricional de la futura madre pues esto garantiza una mejor salud del niño; en tal sentido hay que hacer un énfasis especial en la necesidad de una buena disponibilidad de ácido fólico, pues así se reduce el riesgo de que se produzcan defectos del cierre del tubo neural, como la espina bífida y la anencefalia y las hendiduras de cara y boca.
Si la mujer padece de una enfermedad crónica no transmisible, como hipertensión arterial, diabetes mellitus, epilepsia u obesidad, debe asegurar antes del embarazo que su enfermedad está estable y controlada.
Se deben extremar las medidas para evitar el contagio de citomegalovirus, varicela, toxoplasmosis, rubeola, zika, etc.
La pareja que esté planificando tener descendencia debiera modificar ciertos hábitos de su estilo de vida (fumar, beber y otras adicciones) al menos tres meses antes de comenzar a "buscar" un embarazo.
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