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Con el uso de electrodos de registro con estimulación muscular eléctrica se ha logrado que un paciente tetrapléjico recupere la movilidad del brazo y la mano después de ocho años de parálisis.
Los autores del trabajo, que ha sido publicado en la revista The Lancet, pertenecen a la Universidad Case Western Reserve, en Cleveland (Estados Unidos).
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El equipo ha diseñado una interfaz-computadora que combina la implantación de electrodos de registro con un sistema de estimulación eléctrica funcional (FES) que activa el brazo y la mano del paciente para reconectar su cerebro a los músculos paralizados.
El paciente tiene 56 años y desde hace ocho años tiene una tetraplejia luego de un accidente. Luego de recibir un entrenamiento, el nuevo dispositivo le ha permitido volver a hacer movimientos como coger una taza y beber a través de una pajita o rascarse.
El nuevo dispositivo le ha permitido volver a hacer movimientos como coger una taza y beber a través de una pajita o rascarse
Bob Kirsch que es el presidente del Departamento de Ingeniería Biomédica de Case Western y autor principal de este trabajo cree que estos tipos de neuroprótesis son "un paso importante hacia la recuperación de una cierta independencia."
Esta tecnología forma parte del ensayo clínico piloto BrainGate2, llevado a cabo por un grupo de instituciones académicas que evalúan la seguridad y viabilidad de sistemas de interfaz cerebro-computadora implantados en personas con parálisis. Otros trabajos de este mismo proyecto le han permitido a pacientes con tetraplejia desplazar un cursor en la pantalla o mover un brazo robótico.
El dispositivo lleva dos implantes distintos. Un equipo de neurocirujanos tuvo que realizar el implante de dos chips de 96 canales en la corteza motora del paciente. Esos chips son los que registran las señales cerebrales que se generan cuando el paciente imagina el movimiento de su brazo y de la mano.
La interfaz cerebro-computadora recoge la información sobre los movimientos que desea hacer el paciente y la traslada al sistema de estimulación eléctrica.
En la fase de entrenamiento el paciente aprende a usar sus señales cerebrales para mover un brazo de realidad virtual que está en una pantalla. Este proceso ha tardado alrededor de 4 meses.
Luego de alcanzado este objetivo se le han implando 36 electrodos que conforman el sistema de estimulación eléctrica functional FES, que son los que estimulan los músculos del brazo.
A partir de entonces la interfaz se encarga de decodificar las señales cerebrales registradas para el movimiento deseado, que luego es convertido en impulsos eléctricos que viajan a través de los electrodos, activan los músculos que controlan la mano, la muñeca, el brazo, el codo y el hombro, y se genera el movimiento deseado.
El equipo trabaja ahora, luego de comprobar que el prototipo es viable y funciona, en mejorar su capacidad de respuesta y trata de eliminar los cables (inalámbrico) que han utilizado.
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