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Migrantes cubanos detenidos en México declararon hoy ante funcionarios de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) y de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) que durante el tiempo que han permanecido detenidos en la Estación Migratoria “Siglo XXI” de Tapachula, los guardias del centro los han vejado y maltratado, tanto física como verbalmente, lo que constituye una grave violación de sus derechos humanos que. Esto, en caso de ser demostrada, pudiera garantizarles el status de refugiados políticos.
Las evidencias de las golpizas propinadas por oficiales del Instituto Nacional de Migración (INM), les permitirá a los migrantes, al menos, iniciar un proceso que evite la deportación a la isla.
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Uno de los declarantes, José Alberto Gómez, dijo que luego de haber recibido una de tantas golpizas debió permanecer en una silla de ruedas durante casi una semana. "No me dieron medicamento, no me atendieron, no me quisieron llevar al hospital, allá dentro me golpearon en la cara y en los riñones, así estuve dos semanas, y entre a Migración desde el dos de enero hasta el último martes de marzo”, relató Gomez.
"Pedíamos cita con la directora y nos decían que la directora no estaba tampoco, siempre nos tenían engañados, nunca nos dieron una explicación de nada, ni de nuestro proceso migratorio”, agregó finalmente.
Gómez es uno de los migrantes que logró divulgar imágenes grabadas con un teléfono celular, en las que demuestra el denigrante trato que los cubanos han estado recibiendo por parte del INM en la Estación "Siglo XXI". Tras hacerse público el escándalo, fue puesto en libertad.
Otro migrante, Juan Carlos Durán, relató que en una ocasión entre 80 y 90 guardias llegaron a la celda y les propinaron patadas y golpes. Los cubanos dijeron no querer regresar a su país bajo ningún concepto.
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