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Vecinos de edificios multifamiliares en Guantánamo llevan años conviviendo con el deterioro de los metrocontadores de electricidad, así como la exposición de cables que ponen en peligro la vida de los residentes, sobre todo de los niños.
Según recoge un reportaje de Diario de Cuba, los aparatos fueron colocados en closets de madera hace varias décadas, cuando se construyeron los edificios, ubicados en el Reparto Caribe.
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Un empleado de la Unión Eléctrica (UNE) dijo que algunos closets de madera se han cambiado por plásticos, en dependencia de los recursos disponibles por el Estado.
Sin embargo, vecinos como Lizet Frómeta aseguran que lo cables siguen al descubierto: "El Estado se ha desentendido de nosotros o le han hecho creer que ya el problema está resuelto. Mientras tanto nuestros hijos son los que se exponen cada día al peligro de esos cables pelados”, dijo a DDC.
A los delegados del Poder Popular "se les ha planteado la situación de esos cables de alta tensión, pero solo utilizan esa responsabilidad para resolver sus propios asuntos", opinó otra vecina.
Por su parte, Roberto Falcón, un electricista retirado, dijo que "aparte del peligro, hay quienes se aprovecha y roban corriente, no solo directamente de la línea principal, sino de las casas y cuando a la gente le llega el recibo de la corriente, tiene que pagar lo que consumió y lo que no".
DDC entrevistó también a Margarita Aranda, quien afirmó que ha acudido varias veces a la sucursal de la UNE ubicada en calle 15 Norte y el 4 Oeste, con el objetivo de que revisen la línea de su vivienda.
"Yo soy humilde y en mi casa no se compra ningún equipo nuevo desde hace tiempo. No entiendo cómo es que un mes me llega una cifra alta y al otro aún más alterada. Tienen que estar robando corriente", explicó.
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