Ojo: no subestimemos a Yunel Escobar

El cubano ha estado en este primera semana de la temporada 2017 en GL, encendido con el madero.

Yunel Escobar © Yunel Escobar/Instagram
Yunel Escobar Foto © Yunel Escobar/Instagram

Vídeos relacionados:

Este artículo es de hace 7 años

Está claro que Yunel Escobar no va a ganarse ningún Bate de Plata en la Liga Americana, porque tipos como Josh Donaldson y Manny Machado simplemente no están a su alcance. Y que incluso si se mudara al viejo circuito, el galardón le seguiría siendo esquivo por culpa de antesalistas a lo Kris Bryant o Nolan Arenado.

Al otrora jugador de Industriales le toca lidiar en una de las posiciones más competitivas del Big Show. Ya se sabe: en tercera no basta con reflejos de gato, un cañón en el brazo o la capacidad de pegar hits a montones. No señor: allí, ante todo, hay que botar de 25 a 30 Rawlings y remolcar alrededor de cien anotaciones por campaña.


Lo más leído hoy:


Y eso le está vedado a él. La temporada jonronera más importante del Gambao fue la de 2009, cuando jugaba para Atlanta y despachó 14 bambinazos que le ayudaron a alcanzar las 76 carreras impulsadas, algo que tampoco ha podido repetir ni superar.

Es más: el hombre lleva cinco años sin llegar a la decena de cuadrangulares y en 2016 apenas logró cinco, una cifra paupérrima incluso para jugadores de posiciones de más exigencias defensivas. La sabermetría lo explica de este modo: la velocidad promedio de sus batazos disminuyó ligeramente, y su ángulo de salida ha caído de 3.8 en 2015 hasta 1.9 en el último curso de Ligas Mayores.

Sin embargo, todavía es preciso contar con sus servicios. Cierto es que tiene 34 abriles y que su producción de rodados ha incidido en un aumento de las conexiones para doble matanza, pero nadie puede atreverse a descartar a un pelotero de .309 en sus 1058 turnos más recientes, con .365 de porcentaje de embasado en tal período.

Sin duda alguna, en su caso se trata del mejor bateador de contacto que tiene Cuba en Grandes Ligas. Un custodio promedio de la tercera almohada desprovisto de grandes aptitudes para el robo, pero armado con un swing preciso y bien cuidado. No por gusto ya juega su undécima temporada en el mejor béisbol del mundo.

Para muestra de sus intenciones en 2017, quede el dato de que ahora batea .414 (12 en 29), con tres extrabases, ocho anotadas y cuatro empujadas en siete desafíos a la cabeza del line up de los Angelinos. Y eso que abril ha sido, por mucho, el peor mes ofensivo de toda su carrera (.257), que suele alcanzar picos de rendimiento entre mayo y julio.

Cuando llegue la hora del retiro -algo que no debe suceder en menos de tres años-, el Gambao podrá presumir ante sus nietos de que él estuvo varios años precediendo en la tanda a Mike Trout y Albert Pujols.

Y bateando por encima de .300, además.

COMENTAR

Archivado en:


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

+1 786 3965 689