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Al cubano Yoel Romero muchos lo reconocen por sus habituales encuentros verbales con Michael Bisping, ya como uno de los grandes y más publicitados exponentes de las Artes Marciales Mixtas (MMA). Pero este pinareño tejió una atractiva historia antes de ser un cristiano devoto, cuando se envolvía en la bandera cubana y disputaba torneos amateur de lucha libre.
Sobre el colchón, Romero era un salvaje, literalmente. Sus anécdotas dentro del equipo nacional de la Isla han pasado de generación en generación. Hasta los más jóvenes en el Cerro Pelado conocen que en una ocasión le arrancó parte de la oreja derecha a su principal opositor de la división en Cuba. Yoel pasó a ser llamado “El Perro”, porque, además, defendía como un Rottweiler furioso.
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Dicen que lo tildaban de loco y que muchos le tenían miedo. Y era tan alto su nivel técnico-táctico que no pocos se preguntan cómo pudo perder con el ruso Adam Saitiev, hace diecisiete años, en la lejana Sydney, en la discusión de la medalla de oro de los 85 kilogramos.
Romero integró la mejor generación de la lucha antillana, junto a Filiberto Azcuy, Lázaro Rivas, Juan Luis Marén, Alexis Rodríguez, entre muchos otros. Yoel logró cinco preseas mundiales, entre ellas el oro de Ankara 1999 y fue, además, campeón panamericano en Santo Domingo 2003.
En el 2007, abandonó una delegación oficial y se asentó en Alemania. Alrededor de 24 meses estuvo alejado de la vida social antes de retornar en 2009. En ese momento, Yoel dejó de ser Romero o “El Perro” para hacerse llamar “El Soldado de Dios”.
Debutó en MMA en ese propio año y hasta el 2011 acumuló 4-0, ganando todos sus combates por nocaut. Su única derrota aconteció en la extinta Strikeforce frente al brasileño Rafael Cavalcante, el 10 de septiembre de 2011. Todavía está invicto en la Ultimate Fighting Championship.
Hoy reclama su sitio y espera su turno para pelearle a Bisping el cinturón de las 185 libras. Su hermano menor, Yoan Pablo Hernández, tuvo algunos meses la faja peso crucero en el boxeo profesional. “El Perro” o “El Soldado de Dios” también desea disfrutar de un título del orbe.
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