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Peor no le ha podido ir a los Azulejos en los inicios de campaña: solo un éxito en nueve salidas -record para la franquicia- y promedio inferior a tres carreras producidas por encuentro, han colocado a la novena de Toronto en el último peldaño de la División Este de la Liga Americana, tempranamente distanciada de la cabecera que ocupan los Orioles.
Los maderos han empezado gélidos, hasta el punto de que únicamente Josh Donaldson supera los .250 puntos de average y José Bautista tiene una empujada solitaria en nueve juegos. Dentro de ese marasmo colectivo, el recién llegado Kendrys Morales aporta una de las mejores notas ofensivas.
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El cubano, es verdad, batea apenas .235, pero ha logrado un trío de extrabases y seis impulsadas en el joven campeonato, con el segundo OPS más alto de la escuadra. Encima, ya recibió cuatro boletos y un dead ball.
Nacido en 1983, Morales firmó un contrato de 33 millones de dólares por tres temporadas para ocupar la vacante del dominicano Edwin Encarnación, ahora con los Indios. La contienda pasada había despachado 30 jonrones y remolcado 93 carreras para Kansas City.
A estas alturas su expediente atesora un anillo de Serie Mundial, un Bate de Plata y un premio Edgar Martínez, con el mérito añadido de ser uno de esos “elegidos” que consiguen la decena de campañas en el mejor béisbol del mundo.
Según estadísticas de Elias Sports Bureau citadas por ESPN Digital, cerca de 19 mil peloteros (exactamente 18 934 hasta el 11 de abril de 2017) han jugado en Grandes Ligas, pero solo poco más de 3 300 lograron mantenerse al menos una década. Seamos más exactos: la esperanza de vida de un jugador de posición novato en las Mayores se limita a 5.6 años.
“El trabajo diario y la consistencia que he tenido es lo que más aprecio”, ha dicho Morales. “Es bastante difícil tener diez años consecutivos siendo consistente aquí. El porcentaje de los peloteros que juegan ese tiempo en Grandes Ligas es muy bajo, es un béisbol con mucha calidad”.
Natural de Fomento, el poderoso designado ha obtenido alrededor de 70 millones desde que alcanzó la MLB, y dice sentirse “un ser privilegiado y bendecido por Dios”.
Preguntado acerca de la pésima arrancada de Toronto, alabó el gran ambiente que respira el camerino del equipo y señaló: “Es muy temprano para encender las alarmas. Este equipo va a batear, tarde o temprano”.
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