La Habana, 15 abr (EFE).- Tardará al menos dos años que Cuba pueda recuperarse de la intensa sequía que sufre desde 2014, aunque se registren precipitaciones "aceptables".
El 71% de la isla está afectada por la falta de agua y la instalación de plantas desalinizadoras, la excavación de pozos y la recarga de cuencas subterráneas no parecen ser suficientes medidas.
"Uno de los problemas más grandes que tenemos es el déficit en el acumulado de lluvias, que va para tres años. Eso nos hace estimar que, con precipitaciones aceptables, el país demoraría dos años en recuperarse de la actual sequía hidrológica", dijo a medios oficiales el director de Uso Racional del Agua, José Antonio Hernández.
El control en el manejo del agua, especialmente la dirigida al consumo humano y a la agricultura, sigue siendo una asignatura pendiente.
El directivo del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) enfatizó en la necesidad de evaluar la disposición de ese recurso y los modos de hacerlo sustentable cuando se realice alguna inversión, sobre todo en sectores como la agricultura y la industria del azúcar.
Reiteró que la provincia de Ciego de Ávila, en el centro de la isla, es una de la más afectadas, con un 4 y un 7% del territorio en condiciones de sequía extrema y severa. Según especialistas, esta es la peor sequía que afecta a Cuba en más de 100 años.
De los 168 municipios de la isla, 141 sufren escasez de agua, de ellos 61 con sequía extrema y 50 con severa, lo cual se traduce en unos 58.700 cubanos afectados de manera total y 694.000 de forma parcial, según los últimos datos oficiales.
El centro del país es el más afectado, mientras que la situación más favorable la presentan las provincias de La Habana y Matanzas, en el occidente, y las orientales Holguín y Guantánamo.
Para paliar la sequía, el Gobierno cubano trata de aplicar soluciones a corto plazo como la puesta en marcha de una planta desalinizadora en la oriental Santiago de Cuba, el montaje de potabilizadoras y el tratamiento de aguas residuales.
Además, el país ejecuta desde 2012 el Programa Nacional del Agua, que trata de solucionar las pérdidas en la conducción de agua, causadas principalmente por el mal estado de las tuberías, y busca un uso racional del líquido en la agricultura.
En Cuba el 60% del agua se emplea en labores agrícolas, el 20% para el consumo de la población, el 5% para uso industrial y el resto en otras actividades económicas.
De acuerdo a un análisis prospectivo del Programa Mundial de Alimentos de cara al 2080, Cuba podría estar entre los territorios bajo amenaza de inseguridad alimentaria debido a las modificaciones del clima.
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