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El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, volvió a la carga y ordenó al vicepresidente Tareck el Aissami que demande a quienes acusen de cometer "barbaridades" a las fuerzas de seguridad del Estado.
En declaraciones recogidas por EFE, el dirigente mandó un mensaje a los disidentes que han acusado a las autoridades policiales de llevar a cabo presuntas torturas contra dos arrestados.
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"He autorizado a demandar a aquellos voceros de la oposición que están acusando de barbaridades y hechos indebidos, que jamás en esta república bolivariana se cometen, ni se cometerán. Demanda, querella", aseguró el presidente venezolano en una intervención por radio y televisión.
La autorización abarca también al ministro de Interior, Néstor Reverol, y al jefe del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), Gustavo González López.
En concreto el mandatario ordenó que se lleven a cabo "de manera inmediata" acciones judiciales contra aquellos que se defiendan de sus delitos acusando a funcionarios "del orden y la ley, que defiende de manera decorosa la paz de Venezuela".
Esta orden llegó mientras el jefe de Estado venezolano presentaba una serie de vídeos, que, según él; son pruebas que tiene el ejecutivo contra la oposición venezolana. En este sentido acusó a la disidencia del país de querer "llenar de caos" la nación.
De esta forma detalló que los vídeos son confesiones de personas arrestadas por los actos violentos generados durante las protestas en el país. Además señaló que estas personas tiene vinculación con el partido político opositor Primero Justicia (PJ), del dos veces candidatos presidencial Henrique Capriles.
En cualquier caso, no es la primera vez que, durante las protestas contra el Gobierno de Venezuela, surgen acusaciones de tortura. En 2014 las fuerzas públicas del orden también fueron acusados de cometer actos de tortura contra disidentes y estudiantes.
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