Miles de venezolanos se manifiestan este sábado rumbo a las sedes de la Conferencia Episcopal, en lo que llamaron una “marcha del silencio” contra la violencia que dejó 20 muertos en tres semanas de protestas contra el gobierno de Maduro.
Según un reporte de AFP, los opositores acudieron hoy a la marcha vestidos de blanco y se enfrentan a contingentes de la militarizada Guardia Nacional y de la policía, quienes desde ya custodian accesos estratégicos de Caracas.
Este viernes en la noche se registraron pequeñas protestas y disturbios en un sector de Petare y Palo Verde, el este de Caracas, donde las fuerzas de seguridad usaron gases para dispersarlo.
De acuerdo con testigos presenciales, varios hombres armados recorrieron las calles en motos causando pánico.
La oposición, entre tanto, convocó para el lunes a un “trancón nacional”, un bloqueo de las principales vías de Caracas, ante temores de que la violencia continúe.
“El país no tiene un solo hueso sano. La gente va a seguir protestando. El reto de la oposición será hacer entender que no hay un solo método de protesta, porque probablemente las marchas se desgastarán”, explicó a la agencia el sociólogo y profesor universitario, Francisco Coello.
Según encuestas, siete de cada diez venezolanos rechazan el gobierno de Nicolás Maduro, a raíz de la severa escasez de alimentos y medicinas, y una inflación que el FMI estima en 720,5% este año, la más alta del mundo.
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