Toda la secuencia de créditos, y los primeros minutos de acción trepidante, dedicada por supuesto a las carreras de autos, en Fast and Furious 8, se consagran a presentar con belleza, en impresionantes tomas aéreas, la capital de Cuba, sobre todo en la zona de Centro Habana y El Vedado.
Lo curioso y llamativo es que los mismos lugares son vistos de la misma manera, pintoresca y turística, estilo publicidad televisiva, o juego de video, en Fast and Furious 8, y en Súbeme la radio, La gozadera, La Macarena, Hasta que se seque el Malecón, y muchos, muchos otros audiovisuales de similar estilo.
Y como se trata de que los millones de espectadores que ya tiene la película detecten rápidamente que se filmó en una de las ciudades más populares del mundo en los últimos cinco años, pues aparecen estos diez momentos en que se apela a igual números de iconos indiscutibles de cubanía y habaneridad:
1. Lo primero que se ve es toma aérea espectacular sobre la Farola del Castillo del Morro y la entrada de la bahía.
2. Hay rápidas vistas callejeras, centrohabaneras, donde los cubanos aparecen sentados en una mesa de dominó, y unos niños juegan a la pelota.
3. La cámara se detiene en el barroquismo de ciertas rejas puestas en los balcones, y en la ceremonia de subir el pan, desde un piso alto, en una jaba colgada de una polea.
4. Ensalada de carros viejos, sobre todo de los años cincuenta, de vivos colores y en perfecto estado de conservación. Vin Diesel en persona celebra el espíritu inventor o innovador del cubano, capaz de mantener rodando carros con seis décadas de fabricados.
5. Por supuesto que abundan las mulatas, en short o cortísimas minifaldas, bailando, llenando los parques, como si no tuvieran otra cosa que hacer que posar para la cámara del turista.
6. Las fachadas despintadas, desconchadas, descoloridas se vuelven parte del folclor, y hasta del encanto.
7. La imagen del Che, pintada en la pared, y el lema de Hasta la victoria siempre.
8. El Capitolio, el Hotel Nacional, el Monumento al Maine, la entrada del hospital Ameijeiras.
9. Las llaves del auto que Vin Diesel se gana en la apuesta tiene un llavero, filmado en primerísimo plano, con la bandera cubana.
10. La breve parte introductoria y cubana de Fast and Furious 8 cierra con la preciosa canción de Orishas Cuba, Isla bella, un canto al más auténtico sentido de pertenencia de quienes nacieron en la Isla y regresan a ella. ¿Quién diría que una superproducción yanqui, de entretenimiento, compartiría similares sentimientos e imágenes?
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