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El pasado sábado, 29 de abril, tres hombres estuvieron a punto de morir ahogados, las olas en la zona de Key Biscayne eran muy fuertes y el barco de pesca en el que iban comenzó a llenarse de agua más rápido de lo que ellos podían bombear el agua hacia fuera.
Erika Benítez ―vocera de rescate de incendios de Miami-Dade― ha comentado que se pudieron salvar en parte gracias a que los teléfonos de los tres hombres estaban en un frasco de plástico, según han citado medios de prensa locales.
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Al volcarse el barco, los tres hombres pudieron acceder a sus teléfonos gracias a que el frasco flotaba y pudieron recuperarlos y llamar por teléfono.
Los náufragos no llevaban chalecos salvavidas y se aferraban a un refrigerador flotante, cuando uno de ellos fue capaz de obtener el asistente virtual de su iPhone Siri para llamar al 911.
Varias unidades de rescate de incendios y de policía marítima estaban en busca de ellos, cuando un equipo de la Guardia Costera de EE.UU. en un helicóptero, los encontró y envió un buzo al agua, que permaneció junto a ellos hasta que la Unidad de Patrulla Marina del Departamento de Policía de Miami-Dade los recogió y los llevó a un puerto cercano.
El detective de Miami-Dade, Dan Ferrin, identificó a los hombres como Diego Pérez, 62, Jorge Luis Colón, Jr., 33, y Jorge Luis Colón, 54. Ninguna de los tres requirió atención médica.
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