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El hijo y la exesposa de Daniel Llorente, el disidente que irrumpió en el desfile del 1ro de mayo con una bandera norteamericana, aseguran que él no quiere irse de Cuba como informó el diario estatal Granma tras el suceso.
El medio oficialista acusó a Llorente de expresidiario y de pretender labrase un “expediente” para emigrar a los Estados Unidos, al protestar frente alos numerosos medios internacionales que cubrían el desfile.
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“Apoyo a mi papá. Su aspiración más grande es que haya un cambio de sistema. Él siempre me dice que quiere vivir en Cuba, pero en una Cuba libre, con oportunidades para todos”, dijo Eliezer Llorente, hijo del opositor, en entrevista con el diario 14yMedio.
“Es verdad que estuvo preso, pero fue por un delito que no cometió. Todo lo que dijeron en el periódico son puras mentiras”, aseguró su exesposa Yudiza Pérez, residente del barrio San Isidro en La Habana.
Según explica Pérez, la condena cambió la vida de Llorente quien “perdió la infancia de su hijo y su matrimonio” por algo “que no hizo”.
Tras salir de prisión, Llorente se convirtió en lo que califica el referido medio como un “opositor por cuenta propia”. Se ha manifestado en varias ocasiones para exigir un cambio de sistema en la isla pero no pertenece a ninguna organización política de este tipo.
“¿Que por qué se manifestó con una bandera norteamericana? Porque él dice que es allá donde está el verdadero sentido de lo patriótico y lo familiar, que esas cosas se han perdido en Cuba. Que aquí se han perdido todos los valores”, explica Eliezer, de 17 años de edad y que acaba de terminar el técnico medio en mecánica automotriz.
El joven explicó al diario que su padre “lo tenía todo estudiado”. “Mi papá es un hombre muy preparado. Unos días antes había comprado libros sobre la Guerra Fría y la crisis de los misiles. Él dice que hay que conocer la historia para entender lo que estamos pasando”.
Llorente llegó a gritar frente a la tribuna de la Plaza “Libertad para el pueblo de Cuba”, antes de que siete hombres lo llevaran detenido a rastras. Desde entonces su hijo solo lo ha podido visitar este viernes en la estación policial de 100 y Aldabó.
“Solo pude hablar unos 10 minutos con mi padre”, contó Eliezer. Según la policía, está detenido por "desorden público y resistencia" y no lo van a liberar hasta que se celebre el juicio, explicó.
“Es un hombre muy inteligente y de un gran corazón. Sabe hablar perfectamente alemán porque lo aprendió cuando estudiaba cosas de carros allá”, explica su exesposa.
“Estuve casada con él diez años y soy la madre de su único hijo, que además es la única persona que le queda sobre la faz de la tierra porque todo el resto de su familia murió”, añade Pérez, de 39 años.
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