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Así, fríamente expuestos, los números 255, 64 y 208 no pasan de representar tres cifras carentes de significado concreto. Sin embargo, cobran sentido de inmediato cuando le digo que resumen la actuación de los 17 bateadores cubanos que han pasado este año por el mejor béisbol del mundo.
El primero de ellos sintetiza el average global de la Armada, derivado de 412 hits en 1614 visitas oficiales al home plate. De todos, únicamente Guillermo Heredia (.313) y Yonder Alonso (.303) batean por encima de la mítica barrera, aunque son Yunel Escobar (38), Aledmys Díaz (34) y José Dariel Abreu (33) quienes más rayas han marcado en la casilla de los indiscutibles.
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El segundo número indica la cantidad de jonrones conectados, departamento que encabeza el imponente Alonso (11), seguido a prudencial distancia por cuatro hombres igualados a seis bambinazos: Yasmany Tomás, Yasiel Puig, Kendrys Morales y Yoenis Céspedes. Por cierto, solo Yandy Díaz, Leonys Martín y Jorge Soler no han mandado ninguna pelota por encima de las bardas, aunque en el caso de este último vale apuntar que apenas ha consumido 16 veces al bate.
Por último, el 208 indica el cómputo de carreras impulsadas, misión en la que han brillado sobremanera Alonso (27), Tomás (23) y Morales (20).
¿Y qué sucedería si le digo 5-3 con 13 y 3.80? Pues que estaría haciendo referencia a la faena colectiva de los cuatro lanzadores cubanos que han escalado a los montículos de la Gran Carpa en el año 2017.
Traduzcámoslo. Cinco han sido los triunfos; tres, los patinazos. 13 juegos han salvado entre Aroldis Chapman (7) y Raisel Iglesias (6). Y 3.80 es la efectividad colectiva, a partir de 30 limpias permitidas en 71.1 entradas de trabajo (en tal sentido vuelve a destacar Iglesias, cuyo promedio actual es un fabuloso 0.98).
Para más información, la relación de ponches y boletos anda por 73 y 28, con 2.61 estrucados por cada transferencia gratuita a la inicial.
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