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La Habana (EFE).- Acosta Danza, la compañía fundada y dirigida por el reconocido bailarín y coreógrafo cubano Carlos Acosta, anunció ayer en La Habana que se presentará en festivales de Polonia, Rusia y Noruega entre el 20 de mayo y el 3 de junio próximos.
Carlos Acosta, quien por largos años fue bailarín estrella del Royal Ballet de Londres, aportará esta vez un atractivo adicional a las funciones de la gira europea con su actuación en los solos "Two", del coreógrafo canadiense Russell Maliphant, y "Memoria", del cubano Miguel Altunaga.
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"Acosta Danza", un proyecto que fusiona técnicas clásicas y contemporáneas, eligió para esta gira europea un programa integrado por las piezas "El cruce sobre el Niágara", de la cubana Marianela Boán, y "Fauno", del belga Sidi Larbi Cherkaoui.
Se completa con las obras "Alrededor no hay nada", del español Goyo Montero, "De punta a cabo", del cubano Alexis Fernández (Maca), y la versión de Carlos Acosta para el clásico "Carmen".
Los bailarines cubanos se presentarán el 20 y 21 de mayo en el Lodz Ballet Festival, en Polonia; después actuarán en el Festival Chéjov, en Moscú, Rusia, el 25 y 27 del mismo mes, y cerrarán con broche de oro el 3 de junio en la escena del Festival de Bergen, Noruega.
El debut mundial de "Acosta Danza" en abril de 2016 en la escena del Gran Teatro de La Habana marcó la despedida del famoso bailarín Carlos Acosta de la escena del Royal Opera House, sede del Royal Ballet londinense, donde actuó durante 17 años, y el comienzo del proyecto con su propia compañía.
El grupo está integrado por 25 bailarines de diferentes formaciones, biotipos y estilos, con lo que según ha dicho su mentor, busca explorar las tendencias contemporáneas con la punta del ballet, con un "look" diferente y "romper con la estética tradicional".
Acosta fue formado en la Escuela Nacional de Ballet, donde se graduó con honores en 1991, y tres años después alcanzó la categoría de primer bailarín del Ballet Nacional de Cuba (BNC), que dirige Alicia Alonso.
Dotado de cualidades físicas de excepción además de su talento, en breve se convirtió en uno de los más grandes bailarines del mundo, en opinión de la crítica especializada.
Su meteórica carrera se desarrolló después en compañías de Italia, Estados Unidos, y desde 1998, como primer bailarín invitado del Royal Ballet de Londres.
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