El extenso periplo comenzó en los Teatros del Canal, donde se ofrecen 12 funciones consecutivas, en la Sala Roja del moderno complejo dedicado a las artes escénicas, en el barrio madrileño de Chamberí. Estas presentaciones iniciaron la gira europea con Cascanueces, en los 125 años de su estreno, aunque la gira también incluye Giselle.
Algunos sectores del público y la crítica madrileña aplaudieron las diversas funciones y celebraron el desarrollo y la profesionalidad de la escuela cubana de ballet. En las páginas del diario español ABC se señaló que es una proeza que la Mayor de las Antillas mantenga viva la llama de la danza clásica con una compañía como lo es el Ballet Nacional de Cuba.
El rotativo agregó que si bien la compañía carece hoy de las figuras legendarias que la integraron desde los años sesenta hasta los noventa, el espíritu fundacional de Alicia Alonso permanece intacto.
Hasta el próximo 20 de julio el Ballet Nacional recorrerá no solo Madrid sino también Barcelona, Vitoria, en el País Vasco, y las ciudades italianas de Turín y Ravena, además, será la primera vez que actúe en la sala Pleyel, de la capital de Francia.
En París, específicamente, habrá una gala inicial con conocidos pas de deux del repertorio clásico y contemporáneo de la compañía cubana, dentro de ellos Cascanueces, Raymonda, Diana y Actéon, Romeo y Julieta, El cisne negro, El corsario, Muñecos y Chaikovski pas de deux.
Las figuras de esta gira serán Viengsay Valdés, Sadaise Arencibia, Anette Delgado, Grettel Morejón, Dani Hernández, Rafael Quenedit, Patricio Revé, Raúl Abreu, Ginett Moncho, Claudia García y Ariel Martínez, secundados por solistas y el cuerpo de baile del BNC.
La versión de Cascanueces que se disfruta en España cuenta, por supuesto, con la música de Chaikovski interpretada en directo por la Orquesta Sinfónica Verum y el Coro de Niños de la Capilla Real de Madrid, bajo la batuta de Giovanni Duarte.
La actual versión coreográfica de Cascanueces, realizada por Alicia Alonso, se estrenó durante el 16 Festival Internacional de Ballet de La Habana, en 1998, y para elaborar su puesta en escena, Alonso partió de los elementos coreográficos concebidos para este ballet por el coreógrafo y bailarín ruso Lev Ivánov.
En cuanto a Giselle, se trata del ballet con el cual Alicia Alonso alcanzó trascendencia mundial, y la versión del Ballet Nacional de Cuba se cuenta entre las más logradas de cuantas se encuentran en el repertorio mundial.
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