Cuando Andy Díaz brincó 17,40 metros en la más reciente edición de la Copa Cuba de Atletismo, el mundo entero supo que a la escuela cubana de triple salto le había nacido una (otra) estrella en una prueba donde antes brillaron Pedro Pérez Dueñas, Yoelbi Quesada, Yoel García, Yoandri Betanzos, Yargelis Savigne, Yamilé Aldama, Mabel Gay o Pedro Pablo Pichardo, quien hace poco abandonó el país y firmó con el Benfica portugués.
“Yo estoy entrenando para ser el primer campeón olímpico de Cuba en el triple salto”, dijo después de eso Díaz, en declaraciones citadas por la colega Lilian Cid en Cubahora.
Ciertamente, el muchacho promete. En 2014 se ganó el derecho de asistir al Mundial Sub-20 en la ciudad norteamericana de Eugene, allá se estiró hasta 16,43 y concluyó en la cuarta posición de una lid que comandó su compatriota Lázaro Martínez con récord de 17,13.
Desde entonces no paró de progresar, y este año ya había logrado un 17,19 (aunque con excesivo viento a favor) que presagió lo que vendría en la Copa Cuba.
“Siempre me identifiqué con los saltos”, reveló en la entrevista referida. “Con Yoelbi Quesada tuve el primer acercamiento al triple, y un par de años después obtuve resultados que me dieron la posibilidad de asistir al Campeonato Mundial Juvenil. Luego de esta participación es que me integré oficialmente al Equipo Nacional”.
Preguntado sobre el resultado tope de su carrera, señaló: “Estaba listo para mejorar; solo tenía que concentrarme para que saliera el resultado y así fue. Yoelbi siempre ha confiado mí. Confrontación tras confrontación ha estado a mi lado para aconsejarme y ayudarme a ganar la seguridad que necesitaba para superarme. Además de ser mi entrenador, es mi ídolo”.
Finalmente, dejó clara su (muy ambiciosa) meta para la temporada. “Quiero tener buenos resultados. Voy a trabajar para estar en el Mundial y tener un buen rendimiento allí”.
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