Vídeos relacionados:
No hace mucho tiempo, el béisbol cubano ocupaba un lugar de privilegio en el planeta. Entrenadores, peloteros, directores de equipos sobresalían por su indiscutible clase. En el mundo amateur se mantenía el nombre de Cuba como un muy seguro vencedor y la principal atracción.
De esta época contamos aún con grandes técnicos y conocedores, y uno de ellos es Ybrahim Averhoff.
Lo más leído hoy:
“Estoy involucrado con la pelota desde el año 1970 cuando tenía 12 años. Comencé como todo muchacho, jugando en la calle; lo mismo en la sabana que en la 'choricera' o en el terreno de la ESBU (Escuela Secundaria Básica Urbana) América Latina ¡El caso era jugar!
“Aquellos 'pitenes' de barrio que alegraban a todos y que ya, lamentablemente, han desaparecido, y que formaban parte de la base, de donde salían los talentos.
“Jugué en aquellas entonces grandes competencias provinciales, en mi caso en la categoría 13-14 años que se jugaba de noche en varios terrenos: el Conte, Náutico, La Polar. espués se hacía la sexagonal y se formaban las preselecciones para los Juegos Escolares. Yo fui eliminado para integrar el equipo de Industriales; el Habana era compuesto por los estudiantes de la EIDE del Comodoro".
Propenso a estar pasadito de peso, sus sueños de convertirse en un estelar pelotero se esfumaron pero nunca abandonó el béisbol.
“Comencé a trabajar como metodólogo en la Comisión Provincial de La Habana (conocida por Habana campo) en agosto de 1989. Allí estuve hasta 1998 que ascendí a la Comisión Nacional de Béisbol (CNB) como metodólogo del deporte escolar. Bien pronto, a finales de ese propio año, el entonces presidente de la Federación Cubana, Carlos Rodríguez, me habla de la posibilidad de desempeñar el cargo de Atención a las categorías mayores y de las Series Nacionales, función que ejercí hasta marzo del 2013.
“Regreso a mi municipio de origen, Madruga, no sin antes recibir muchas propuestas de provincias que requerían mis servicios y a las que mucho agradezco ese bello gesto, sobre todo porque mi salida de la Comisión Nacional no fue justa, según mi criterio. La palabra 'bótalo' siempre resuena en mis oídos cuando se habla de injusticias. Con posterioridad, la razón salió a la luz. Yo tenía que demostrar que no se me trató bien. Recomenzar desde abajo”.
En el municipio habanero de Madruga, perteneciente a la hoy provincia de Mayabeque, el siempre entusiasta y trabajador Averhoff fue ubicado como Jefe de Actividades Deportivas, pero como bien él reconoce, “eso no era lo mío” y pasó a dirigir al elenco municipal de pelota en la Serie Provincial.
Después, entre otras funciones se desempeñó como metodólogo y comisionado de La Habana en 2006 y 2007, respectivamente.
“Fue en el 2008 que Higinio Vélez, quien ha sido mánager de los equipos Cuba y Santiago de Cuba, y en la actualidad funge como presidente de la Federación de Béisbol, me propone regresar a la Comisión Nacional a mi anterior puesto con las categorías mayores. Ahí estuve hasta el 2015.”
Ybrahim Averhoff sostuvo con esta periodista “una batalla campal” desde su puesto en la CNB. Él tenía sus órdenes: no permitir que ningún reportero permaneciera ni en el campo ni en los dogauts cuando se desarrollaba el juego; y yo tenía la obligación de dar lo mejor de mí en mis reportajes; o sea, tenía que lograr con mi camarógrafo el mejor plano, el momento de la decisión del choque, un gesto. Así, Serie Nacional tras Serie Nacional, Ybrahim y yo nos hicimos amigos, y es que en medio del juego del gato y el ratón, aprendí que con él se podía hablar de muchos temas, al igual que ahora.
“Creo que la pelota cubana actual atraviesa un mal momento. Hay un detalle: a nosotros ahora nos está pasando lo mismo que antaño experimentaban los países con los que nos enfrentábamos. O sea, los jugadores profesionales de aquellos tiempos no representaban a sus países, por lo que Cuba, colmada de grandes, sin dudas grandes estrellas, no tenía rival.
La pelota cubana actual atraviesa un mal momento
“Jugábamos contra universitarios, buenos pero universitarios, atletas en ascenso o veteranos que ya habían visto pasar su mejor momento. Los nuestros poseían una inmensa calidad. Tantas victorias eran pírricas pues sólo era una muestra del desigual nivel entre Cuba y el resto de sus contrincantes, que no podían contar con sus jugadores profesionales porque las Grandes Ligas u otras ligas lo impedían. ¡Ahora con el éxodo y la política, tampoco nosotros podemos contar con los buenos atletas que se nos van.
“Pero no es solamente esto. Nos afecta muchísimo la escasez de implementos en la base, la falta de juegos en los Campeonatos Provinciales en todas las categorías. No existen los juegos inter barrios, quizás salvo algunas excepciones en el país. Todo esto desmotiva ¿Dónde están aquellos activistas voluntarios que hacían realidad el sueño de ver a niños y jóvenes jugando béisbol por todas partes?”
Ybrahim Averhoff es un hombre de béisbol. Ha sido testigo de muchos momentos extraordinarios y ha conocido a muchísimas estrellas.
“¿Un equipo Cuba ideal? Es casi imposible no cometer una omisión pero aquí lo tienes. En la receptoría, Juan Castro; en el cuadro, Antonio Muñoz, Antonio Pacheco, Omar Linares y Germán Mesa (en el caso de la segunda base ojalá pudiera añadir a Alfonso Urquiola, Rey Anglada y Juan Padilla); en los jardines me inclino por Lourdes Gourriel, Víctor Mesa y Luis Giraldo Casanova Pitcher zurdo, Jorge Luis Valdés (mis respetos para Changa Mederos); derecho, Braudilio Vinent y relevista, Pedro Luis Lazo. Designado, Orestes Kindelán. Director: Jorge Fuentes.”
Ybrahim Averhoff es de los que comparte el criterio con millones de cubanos de que todos nuestros deportistas, estén donde estén, puedan representar a su bandera.
“Por supuesto que sí. ¿Te imaginas lo importante que sería para la pelota cubana poder contar con sus estrellas, tanto las están aquí como las que no lo están? No se dan cuenta que todos han sido formados por técnicos cubanos, capaces y experimentados; que han esculpido a buenos jugadores aún sin las mejores condiciones.
“El pueblo lo quiere, los propios peloteros lo quieren. ¿Por qué nadar contra la corriente?. Ahí regresarán los buenos resultados, ahí mejorará nuestra pelota. Para mí el béisbol es lo máximo; primero mi familia y después el béisbol, incluso en infinidades de oportunidades lo he puesto delante de la familia: Por eso te digo que es mi vida, me he dedicado a él y quiero lo mejor para mi pelota cubana.”
Ybrahim lleva tres años en Ciudad del Carmen, Campeche, México. Trabaja con niños de entre 3 y 12 años con otro cubano, Ramón Zayas. Al principio trabajaban por Cubadeportes pero en el 2014 le ofrecieron a ambos una interesante propuesta de trabajo.
“Sí, se nos presentó la posibilidad de regresar con un contrato de trabajo más ventajoso económicamente y aquí estamos. Pero que nadie vaya a creer que esto es fácil. Al menos para mí la lejanía de los míos representa un gran sacrificio pero es la única forma de resolver los problemas materiales que tiene mi familia. Alguien se tiene que sacrificar y en este caso soy yo.
“Estando aquí rememoro aquellos plays off donde tú te escondías con Melis (el camarógrafo) y yo me hacía de la vista gorda pero era difícil porque después todos me caían encima porque a tí te dejaba filmar y a otros no.
Recuerdo grandes momentos vividos por mí, por ejemplo las victorias en los Mundiales Universitarios del 2002 y 2010 en Italia y Japón, respectivamente. Yo era entrenador de esos equipos y se me eriza la piel volviendo a ver en mi mente el jonronazo de Alfredo Despaigne que decidió el campeonato en el Tokío Dome.
Y claro, la victoria del Habana de Esteban Lombillo en una Serie Nacional, que tanto luchamos y luchamos hasta lograrlo. Ese play off final contra Villa Clara y el triunfo en el “Sandino”.
A propósito de este gran momento que jamás podrá ser repetido pues la entonces provincia de La Habana (campo) se dividió en Artemisa y Mayabeque, Averhoff nos comenta su idea de cómo volver a llenar los estadios en todo el país.
“Yo creo que ver de nuevo a nuestras instalaciones rebosando pasión no depende de una persona. Hay que jugar un béisbol de calidad y que los aficionados se sientan familiarizados con sus peloteros, con su equipo, con su territorio.
“Hay que mejorar las condiciones de los estadios, desde la gradería hasta los servicios gastronómicos, y por supuesto, el terreno de juego. Crear puntos de venta de pullovers, gorras, llaveros, otros artículos que identifiquen a los equipos y cuya venta se realice a precios al alcance del pueblo trabajador.
“Incentivar las iniciativas como por ejemplo, las mascotas: el león azul, el indio del Guaso, la naranja villaclareña, el cocodrilo yumurino, el tigre avileño, la avispa santiaguera. Hay que luchar porque los conjuntos que siempre constituyeron espectáculo, Industriales, Santiago, Pinar y Villa Clara, los clásicos, estén en la pelea, aunque esto no quiere decir; todo lo contrario, que Ciego, Granma o Matanzas no ganen y sus victorias sean triunfos de la pelota cubana. No podemos decir que sin los Yanquis de New York en la pelea de la MLB, no hay emoción. La pelota cubana ha ganado en campeones; eso siempre es bueno.”
Y allí en medio de su nueva trinchera en Campeche, un cubano sueña con su Isla, con su familia, con sus dos hijas y tres nietos, a los que aspira ver cumplir sus sueños de convertirse en luchador y corredor, los varones, y pianista la niña.
“Como te dije, trabajo con niños. Los niños son maravillosos y guiarlos, enseñarlos, es un gran aliciente. Es una felicidad verlos crecer en el amor al béisbol. Nuestro esfuerzo se verá a largo plazo, pero seguro estoy, se verán los resultados.”
Como ven, es Ybrahim Averhoff otro de esos cubanos que andan por el mundo, que trabajan por el mundo y que triunfan en el apasionante mundo del béisbol.
Archivado en: