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La Galería ARTIS 718, sita en Calle 7ma esq. a 18, en Miramar, Playa, propone la exposición colectiva Pipol, que reúne retratos de artistas visuales contemporáneos tan importantes como Reinerio Tamayo, Rubén Alpízar, William Acosta, Aimée García, Eduardo Rubén García y Lisandra I. García.
A los anteriores se añaden Alejandro Gómez, Roldán Lauzán, Harold López, Osy Milián, Karlos Pérez, Niels Reyes, Richard Somonte, y el dúo The-Merger, en un conjunto de quince creadores deslumbrados con la posibilidad que ofrece, desde tiempos inmemoriales, plasmar plástica y artísticamente la figura humana.
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Desde los retratos funerarios egipcios y romanos, hasta los prodigios renacentistas de Alberto Durero y Leonardo da Vinci (recordar que La Gioconda es un retrato) esta modalidad pictórica se mantuvo en auge, con un pico en la etapa barroca, que coincide con el absolutismo y la manía de retratarse de tanto rey y noble vanidoso.
Si bien el retrato pictórico totalmente figurativo entró en crisis con la aparición de la fotografía, en tanto la mímesis física respecto al modelo se verifica con mayor exactitud mediante la instantánea fotográfica, el retrato pictórico mantuvo su presencia en tanto desentraña el universo psicológico o penetra en la espiritualidad de un individuo que ha sido convertido pretexto de la obra.
Un retrato excelente es aquel que represente la esencia interior del sujeto y no solo la apariencia externa, pues como afirmó Aristóteles, «El objetivo del arte no es presentar la apariencia externa de las cosas, sino su significado interno; pues esto, y no la apariencia y el detalle externos, constituye la auténtica realidad».
El retrato es un variante tan socorrida en la historia del arte que dos de los museos más importantes de las capitales del Reino Unido y de Estados Unidos son precisamente la National Portrait Gallery de Londres y la National Portrait Gallery de Washington.
Cada uno de los artistas cubanos participantes en la exposición de Artis 718 ofrece su visión personal de la poética del retrato, y así ofrecen no solo una visión personalizada de un género con amplia tradición en la Historia del Arte, sino también un panorama de lo quiénes somos, y cómo somos, los cubanos de hoy. Por ello es que la muestra se titula Pipol.
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