La recepción de petróleo venezolano en Cuba se ha convertido en un quebradero de cabeza para la isla y en una fuente de confrontación en el país chavista.
Según informó 'Reuters', mientras la refinería venezolana de Puerto la Cruz se encuentra al 16 por ciento de su capacidad debido a la falta de petróleo ligero, la estatal PDVSA envía a territorio cubano y Curazao parte de su crudo Mesa 30, una de las variedades más ligeras que tiene la nación venezolana y que se usa para rebajar el crudo extrapesado de la Faja del Orinoco.
Sin embargo, al parecer el Mesa 30 solo está reservado para la empresa oficial, que retomó el pasado mes de marzo la exportación de este crudo a la mayor de las Antillas con entre 850.000 barriles y 1,4 millones de barriles por mes.
Esta situación, según la citada agencia noticiosa, contrasta con la que vive la instalación de Puerto La Cruz, donde solo está en marcha una de las tres unidades de destilación de petróleo.
La red para refinar crudo en Venezuela lleva los últimos tres meses funcionando bajo mínimos y tan solo la menor refinería de PDVSA ha incrementado su capacidad desde abril.
Los problemas de suministro en Cuba, por su parte, propiciaron que Rusia acordara con la Isla el suministro de 250.000 toneladas de petróleo y diésel, a raíz de lo cual se reveló que la mayor de las Antillas necesita diariamente unos 22.000 barriles de diésel y 140.000 barriles de productos refinados del petróleo.
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