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El Fiscal General de los Estados Unidos Jeff Sessions negó este martes, durante la adiencia ante el Comité de Inteligencia del Senado, que hubiese sostenido una tercera reunión con el embajador de Rusia Sergey Kislyak durante la campaña presidencial del año pasado.
Al resto de las preguntas, Sessions respondió evasivo, argumentando en repetidas ocasiones que "no tenía autorización" de la Casa Blanca para revelar el contenido de algunas de sus conversaciones con el presidente Donald Trump.
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Su mirada, risueña en algunos momentos, contrarrestó con el espíritu de la sesión, en la que se buscaba certificar si eran ciertas las afirmaciones de James Comey sobre él. "Pregúntenle a él, no a mí," dijo Sessions.
El Senador demócrata Martin Heinrich se mostró particularmente molesto al entrevistarlo, y lo acusó de obstruir la labor del comité investigativo.
En otro momento de la intervención, Sessions dijo no haberse interesado por la supuesta injerencia rusa en las elecciones del pasado noviembre.
“Nunca he conocido o tenido ninguna conversación con los rusos o los funcionarios extranjeros con respecto a cualquier tipo de interferencia con cualquier campaña en los Estados Unidos”, dijo Sessions.
"La sugerencia de que he participado en ninguna colusión, que estaba al tanto de la existencia de una colusión del gobierno ruso para herir este país al cual he servido con honor por 35 años, o para socavar la integridad de nuestro proceso democrático, es una mentira atroz y detestable", dijo.
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