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A pesar de situarse en horarios no preferenciales, y en canales subalternos, porque las series brasileñas y cubanas (las pocas que se están viendo ahora mismo) ocupan los espacios más populares y tradicionales, las telenovelas colombianas Sinú, río de pasiones y La esclava blanca, acaparan la atención de numeroso público cubano.
Sinú, río de pasiones, recién comienza su itinerario por la televisión cubana. Está saliendo al aire a las diez de la noche, por Canal Habana, y cuando termine, se trasmitirá por el canal principal Cubavisión, en horario matutino. La esclava blanca recién concluyó de trasmitirse por Canal Habana, y ahora está al aire en estas frecuencias mañaneras de Cubavisión.
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Sinú… es un melodrama con momentos de acción y aventuras, ambientado en la Colombia contemporánea, entre la violenta Bogotá y la campestre Montería, mientras que La esclava blanca es también melodrama, pero histórico, ambientado en la Santa Marta y sus alrededores del siglo XIX, en el momento final de la esclavitud.
Además de encontrarse entre las producciones caras, de prestigio, de Canal Caracol, ambas telenovelas cuentan, entre sus principales atractivos, la presencia de varios intérpretes cubanos ampliamente conocidos y populares en la Isla, pero que ocasional, o permanentemente, han trabajado en Colombia.
De este modo, los televidentes cubanos se han reencontrado con Carlos Enrique Almirante, que es uno de los dos protagonistas de Sinú…, y en Cuba cuenta con una largo historial de participaciones en cine y televisión. En la misma serie se asoman, para tratar de elevar un nivel histriónico bastante mínimo, los muy profesionales Jorge Cao, Jaqueline Arenal, y Abel Rodríguez.
Por cierto, la telenovela presenta el despropósito de colocar a los dos últimos, es decir, a Jaqueline Arenal, y Abel Rodríguez, en plan de madre y padre adoptivo de Carlos Enrique Almirante, cuando en realidad son más o menos contemporáneos, y si acaso, ligeramente mayores.
Y si bien Sinú… cuenta el triángulo amoroso de Lina, Felipe y Cristian, La esclava blanca hace lo mismo entre un hacendado tirano, una falsa marquesa y un esclavo negro, y este último papel es el único que está a cargo de un actor cubano: Orian Suarez, el cual se unió a un elenco multinacional donde sobresalen la española Nerea Camacho y el venezolano Luciano D’Alessandro, entre muchos otros de diversas nacionalidades.
La imagen deslumbrante de La esclava blanca, tal vez demasiado colorida y moderna, está beneficiada por una óptica de cine con cámaras f55 y un trabajo de arte muy notable, a pesar de que nunca se había visto a esclavas tan hermosamente vestidas y combinadas.
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