Estela Rodríguez: "Ojalá la nueva generación mantenga al judo cubano en la cima"

Hoy día Estela Rodríguez, siempre afabe y jobial, funge como entrenadora en el combinado deportivo "Mártires de Barbados" de Alamar, municipio ubicado al este de la capital cubana.

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Este artículo es de hace 7 años

Corría el año 1992. En el centro de entrenamiento de alto rendimiento "Cerro Pelado" de la capital cubana, un equipo de grandes judocas soñaba con la gloria olímpica, guiado por quien sería todo un maestro en este arte marcial, el profesor Ronaldo Veitía.

Entre las Amarilis, Driulis, Revé, se hallaba una morena grande y voluminosa, con rostro apacibe y siempre, siempre sonriente, la supercompleta Estela Rodríguez.


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Llegó la hora y con mucha alegría ese grupo de bisoñas compitió en lo que marcaría el debut del judo para damas en Juegos Olímpicos.

Sería Barcelona 92 el escenario de este primer gran triunfo cubano en citas estivales: 1 medalla de oro de Odalys Revé, 2 de bronce de Driulis González y, Amarilis Savón y una de plata de Estela Rodríguez.

Cuando la corpulenta hija de Palma Soriano subió al podio de premiación, solo precedida por la estelar china Zhuang Xiaoyan, millones de corazones cubanos se enorgullecieron. Por la puerta ancha entraban las Guerreras del General Veitía en predios olímpicos.

"Sí, ese fue un gran momento, algo que no se olvida y que resume todo el esfuerzo que realicé a lo largo de mi carrera.

"Ni siquiera yo comencé por el judo sino por el básquet. Yo entré a una cancha con 9 años, en un área especial: el gimnasio del estadio "José Martí". Ahí estuve hasta los 16 que, como quien dice, obligada me trasladan al judo, deporte que para nada me gustaba.

"Yo amaba y amo el baloncesto. Era tremenda pivot, al punto de que clasifiqué para la ESPA nacional en Playa (Jaimanitas) en 1983 bajo las órdenes de Rigoberto Chávez. Pero yo lloraba a diario pues nunca me había separado de mi familia y con 15 años quise regresar para Palma y regresé."

El deporte de las cestas puede haber perdido una excelente jugadora, pero el judo mundial sumó a una de sus representantes más destacadas. Así fue que Estela, a su regreso al terruño, fue captada por Roberto Lewis, conocido por Batista, y dio sus primeros pasos en el judo.

"No me gustaba, no quería practicarlo, hasta mala voluntad sentía por Batista, pero él nunca me abandonó, no permitió que yo solo me graduara de profesora de Educación Física. Como él dice siempre vio en mí una campeona.

"Es por eso que a los meses de estar practicando judo (me ponían a entrenar con varones), regresé a La Habana, esta vez como judoca. Estaba de Dios que fuera judoca. Entré directo al centro nacional de entrenamiento Cerro Pelado. Eso fue en septiembre de 1985 a mis 18 años. Primero fueron Justo Noda y Vicente Leal mis entrenadores y un año después pasé a ser atendida directamente por el profe Ronaldo Veitía y el propio Noda."

Una de las judocas cubanas con mayor palmarés es la santiaguera: 4 Campeonatos Mundiales, 2 Juegos Olímpicos y otros tantos Panamericanos sin contar las justas regionales y, los Torneos clase A, hoy conocidos como Grand Prix así lo atestiguan.

"Recuerdo mi debut en citas del orbe en Yugoslavia 89, donde gané la división libre y fui quinta en más de 72 kilos. En Barcelona 91, obtuve plata en la libre; y en Shiba 95, bronce en la misma división abierta.

"En cuanto a mis dos Olimpíadas, en Barcelona 92 caí en la final ante la china Zhuang Xiaoyan por inmovilización. Era superior a mí. Cuatro año después, otro hija del Gigante Asiático, Su Fuming, me aventajó por un yuko.

Hay que ver el rostro redondo y moreno de Estela recordando aquellos combates. Tal parece que nuevamente se halla sobre el colchón queriendo "acariciar" a su rival y quitarse aquel yuko de encima. De aquí se deduce ¿que han sido las chinas las máximas rivales de la cubana?

"Pues no. Las más difíciles han sido europeas: la polaca Beata y la holandesa Angélica Cerise. Ambas son zurdas como yo y acostumbraba a entrenar con derechas, pasaba mucho trabajo, aunque les ganaba pero, ¿para qué?

En tan larga carrera que se extendió hasta los Juegos Olímpicos de Atlanta 96, la gigante santiaguera vivió grandes momentos de alegría.

"Pues sí. Mi oro mundial y mis platas olímpicas son imborrables para mí, aunque en el segundo lugar de Atlanta también hay tristeza. Yo entré al colchón sabedora de mi superioridad y, perder con la china, me dolió grandemente. A Fuming la había derrotado por ippon en el Mundial del 95.

" A estas alturas no voy a justificarme pero hay un hecho cierto. Ellas contaban (las rivales) con todos los medios habidos y por haber, de escauteo hacia nosotras. Conocían al detalle nuestras técnicas, por dónde veníamos. Nosotras éramos empíricas, no teníamos nada de eso. Las veías acompañadas por cámaras, equipos de grabación. Y así y todo solo me sacó un yuko."

Muchos conocedores del judo femenino cubano y hasta para los que no lo son, aseguran que aquella escuadra cubana que protagonizó grandes hazañas entre 1992 y 2000, es conocida como dorada. Estela nos lo reafirma cuando le preguntamos por su equipo ideal.

"Amarilis Savón, 48 kilos; Legna Verdecia, 48 y 52; Driulis González, 56 y 63; Odalys Revé y Sibelis Veranes, 66; Diadenis Luna, 78, y Dayma Beltrán, más de 78.También había que tener presente a Cecilia Alacán en 56, pionera del judo f y Maritza Pérez, quien en 48 y 52 accedió a podios mundialistas. Y claro, esa fue una época, pues actualmente la más de 78, Idalys Ortiz es nuestra principal figura con sus medallas de bronce, oro y plata en las últimas versiones olímpicas.

" A propósito del judo femenino actual es bueno decir que las muchachitas ( y también los hombres claro está) necesitan mucha disciplina, enfrentar con rigor el entrenamiento. Te hago una anécdota: cuando llegamos a Austria en 1990, nos tocaba competir al otro día. Legna, Amarilys, Driulis y yo estábamos pasadas de peso. Pues bien, hasta la madrugada estuvimos hasta alcanzar el peso. Nos metíamos en bañaderas con agua casi hirviendo (se inundó una y el profe Veitia por poco muere del infarto), corríamos, hacíamos las técnicas. Al otro día ganamos nuestros combates, ganamos las medallas de oro."

Y si la dejamos nos sigue relatando su vida, pequeños trozos de la historia del deporte cubano que muy pocos conocen. Hoy día Estela Rodríguez, siempre afabe y jobial, funge como entrenadora en el combinado deportivo "Mártires de Barbados" de Alamar, municipio ubicado al este de la capital cubana.

"Entreno 30 niños entre 5 y 16 años. Hasta algún adulto se me cuela no vayas a creer.

¿Que si soy feliz? La felicidad no existe, sólo son momentos felices. La época en que entrené con Veitía fue un momento feliz. Aquellos eventos múltiples en los que el boxeo, la lucha, la pelota, el voly triunfaban. Esos son momentos felices.

"Todos nos uníamos en las villas y hacíamos cadenas espirituales, lo malo para abajo, lo bueno para arriba. Y en nuestro caso, con el profe Veitía enfrente que lo mismo aconsejaba a un ciclista que a un remero; siempre haciendo el bien.

"El judo femenino de nuestra época y esas muchachas que siguieron después, no tenía tiempo para la diversión. El coraje, el ánimo, la decisión de vencer nos caracterizaban. Ojalá la nueva generación sea capaz de mantener este deporte en la cima, donde se ha ubicado por décadas."

Lamentablemente, los resultados de nuestras judocas en sus últimas grandes competiciones, Juegos Panamericanos de Toronto, Juegos Olímpicos de Río, Mundiales, no presagian por ahora, al menos, que aquellos excelentes resultados se repitan.

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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos


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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos