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El doctor Joaquín Méndez se declaró ante un tribunal federal culpable de estafar a los seguros de los pacientes que acudían a su centro Reflections Treatment Center para solucionar sus problemas con el abuso de sustancias.
Pese a que Méndez era el director médico del centro y, por tanto, el responsable de los tratamientos que se prescribían a los pacientes, delegaba su responsabilidad en Chatman, un individuo sin licencia de médico.
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Este individuo “dictaba el tipo y frecuencia de diferentes tipos de pruebas de laboratorio que se realizarían sobre la base de los sobornos y pagos ilegales que recibía de diferentes laboratorios clínicos".
Según el tribunal, el doctor aprobó con su firma tratamiento y pruebas médicas a sabiendas de que eran innecesarias e incluso solicitó las pruebas después de que los pacientes fuesen dados de alta.
La sentencia de Joaquín Méndez se conocerá el próximo mes de septiembre.
Chatman, por su parte, fue condenado hace dos meses a 27 años por su responsabilidad en el caso, según aseguró El Nuevo Herald.
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