En Cuba, el habanero Instituto de Oncología y Radiobiología (INOR) desarrolla en estos momentos más de 40 proyectos de investigación y 27 ensayos clínicos.
De la veintena de ensayos clínicos ―en estrecha relación con otras instituciones científicas del país―, ocho de ellos tienen un alcance internacional.
El doctor Lorenzo Anazagasti (subdirector de Ciencia y Docencia del INOR) ―centro designado por los Ministerios de Salud Pública y el de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente para la investigación en tumores malignos― declaró a medios cubanos de prensa que esa institución trabaja principalmente con combinaciones terapéuticas diversas y productos de origen cubano.
Destacó, además, que trabajan tanto en la fase preclínica, en aras de buscar las mejores opciones y combinaciones, como en la aplicación clínica más adelante.
También se encargan de incorporar tecnologías ―tanto de diagnóstico, como de tratamiento― en el área de la radioterapia, la medicina nuclear, la oncología clínica y la cirugía.
Cada año INOR presenta proyectos de investigación encaminados al estudio del cáncer, enfocados siempre en las principales localizaciones tumorales y en la aplicación de los avances científicos, tecnológicos y de medicamentos.
INOR lleva adelante el trabajo conjunto de un grupo de asesores y expertos, donde a partir del análisis de la información se genera la convocatoria, se reciben los proyectos que son evaluados y seleccionados, y a partir de ahí se adelantan las investigaciones.
Anazagasti declaró que se espera que los resultados de esos proyectos impacten positivamente en las estadísticas de salud oncológicas: disminuir la incidencia y mortalidad y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
El catedrático precisó que: “La oncología del siglo XXI está dirigida a una base biomolecular, genómica y debe encaminarse a un mayor esfuerzo en prevención, pronóstico y terapéutica personalizada o medicina de precisión”.
Y añadió: “El objetivo es actuar con las herramientas más específicas en los casos y localizaciones tumorales que tengan las características y sean identificadas con estos avances científicos y por supuesto debe redundar en menos complicaciones y mejores resultados de los tratamientos”.
El subdirector de la institución explicó que el INOR trabaja de forma conjunta con otros centros en la aplicación ―en varias localizaciones tumorales― de la vacuna CIMAvax-EGF®, desarrollada por el Centro de Inmunología Molecular, y que ya ha logrado prolongar la supervivencia de los enfermos con una mejor calidad de vida.
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