Al final, luego de tanta especulación y morbo y vaticinio, no habrá carrera entre Dayron Robles y Orlando Ortega. Al menos, no durante los Mundiales de Atletismo de Londres.
Ex recordista del mundo y titular olímpico de los 110 metros con vallas, Robles fue incapaz de alcanzar la marca mínima exigida (13.48 segundos) para ganar su boleto como miembro de la comitiva cubana a la cita, según hizo saber la federación antillana.
Y era de esperar. El rendimiento de Robles ha sido francamente patético desde que regresó a las pistas tras aquel culebrón que lo enfrentó con las autoridades deportivas insulares. Se le ha notado fuera de forma, lento para arrancar, desprovisto de la técnica exquisita que lo hacía volar las vallas.
Lo vimos en el Memorial Barrientos, a finales de mayo. Allá marcó 13.66 y tuvo que verle todo el tiempo los omóplatos a su joven colega Roger Iribarne. Luego se fue a Marsella, hizo el mismo crono, y más tarde fue humillado por el propio Ortega, su ex compañero de equipo, en el Meeting Iberoamericano (13.38 por 13.82).
Luego fue a Madrid, a buscar su boleto, pero finalmente no compitió.
De 25 años, Ortega defiende ahora los colores de España, país para el que obtuvo la medalla de plata en las recientes Olimpiadas de Río de Janeiro. Los especialistas le conceden enormes posibilidades de encaramarse al podio londinense, una opción realmente ajena a los vallistas cortos cubanos de hoy, Robles incluido.
¿Quiénes representarán a la Mayor de las Antillas –patria de estrellas como Alejandro Casañas y Anier García, entre otros- en el Campeonato del Mundo? Pues Yordan O'Farrill y el ya referido Iribarne, para los cuales el evento sería sumamente estimulante en caso de acercarse siquiera a una plaza entre los finalistas.
Definitivamente, a Robles le han pasado factura las deudas de entrenamiento, la edad, la merma de autoconfianza, inclusive la ausencia de su entrenador Santiago Antúnez… A mi juicio, demasiado viento en contra para aspirar a buenas marcas.
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