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Desde 1789, el presidente de los Estados Unidos y su familia han alojado en la Casa Blanca cerca de 300 mascotas. Perros, gatos, caballos, e incluso cabras y pájaros han disfrutado de los lujosos privilegios dentro de la residencia.
Sin embargo, estos próximos cuatro años la casa presidencial podría prescindir de ese “puesto de trabajo”, dado que Donald Trump ha confirmado, literal, que no está buscando un compañero peludo en este momento.
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Al preguntársele si los Trump planean tener una mascota en la Casa Blanca, Stephanie Grisham, portavoz de Melania, dijo en un comunicado que la familia presidencial “todavía se está acomodando, por lo que no hay planes en este momento”.
Según recoge la AP, si Trump no acoge una mascota, romperá una larga tradición presidencial.
Franklin Delano Roosevelt tuvo su querida terrier Fala; George H.W Bush tuvo a la springer spaniel Millie que incluso apareció en la serie animada "Los Simpson"; y Barack Obama adquirió a su perro portugués Bo al principio de su mandato.
“En la presidencia moderna, casi todos han tenido una mascota", dijo Jennifer Pickens, autora de “Mascotas en la Casa Blanca”. Sin embargo señaló que "no todos los tuvieron necesariamente al comienzo de la administración", destacó la AP.
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