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Caracas, 30 jul (Reuters) - Desde primeras horas de la jornada la mayoría de los centros electorales comenzaron a funcionar para que los venezolanos voten este domingo la polémica Asamblea Nacional Constituyente promovida por el presidente Nicolás Maduro.
Entre los 6.120 candidatos figuran además de la primera dama, el hijo del mandatario, Nicolás Maduro Guerra, la excanciller Delcy Rodríguez y el hermano mayor del fallecido presidente Hugo Chávez, entre otros.
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En la votación no participa la oposición por considerar que erosiona la democracia y economía del país petrolero.
El nuevo cuerpo, compuesto por 545 asambleístas, regentará sobre el resto de poderes públicos y tiene la potestad para reescribir la Constitución y disolver instituciones como el Congreso -en manos opositoras- y la Fiscalía, cuya jefa rompió con el Gobierno.
Críticas de la comunidad internacional
La comunidad internacional ha criticado fuertemente la propuesta de Maduro y lo ha conminado a retroceder, pero el mandatario socialista no ha hecho caso, porque sostiene que la Constituyente es la única opción para pacificar el país, inmerso en una ola de protestas que ha dejado al menos, 113 fallecidos.
"Ha querido el emperador Donald Trump prohibirle al pueblo ejercer el derecho al voto", dijo Maduro en referencia a su par en Estados Unidos, que amenazó días antes con imponer sanciones económicas si el gobierno venezolano no suspendía la elección de la Asamblea Nacional Constituyente.
"No hay poder sobre la tierra que le pueda impedir al pueblo de Venezuela su derecho a votar", reiteró el mandatario desafiando las advertencias la madrugada del domingo, en una sorpresiva aparición para ser el primero en participar de la jornada junto con su esposa y candidata Cilia Flores.
El mandatario pidió a sus seguidores votar bien temprano el domingo, luego que la oposición convocó a bloqueos de vías en todo el país, y en Caracas a una concentración en la principal autopista que atraviesa la ciudad.
"Rescatar el país"
Maduro dijo que en "los próximos días" se instalará la Asamblea que elegirán el domingo y se dará inicio a "una nueva era de lucha", en medio de una creciente tensión política.
El gobierno también se propone que la Constituyente legisle para cambiar la economía y conseguir que dependa cada vez menos de los vaivenes de los precios internacionales del crudo.
Venezuela atraviesa la peor crisis de su historia reciente, con una inflación de tres dígitos, recesión económica y escasez de alimentos y medicinas que la oposición prevé empeorará una vez se instale la Constituyente.
Los comicios también serán un termómetro del respaldo hacia el Gobierno, actualmente alrededor del 20 por ciento. La oposición le ha pedido al árbitro electoral que revele la participación del domingo para compararla con los 7,5 millones que le pidieron a Maduro suspender la Constituyente en un reciente plebiscito.
Los adversarios del Gobierno afirman que el mandatario de 54 años busca con su propuesta evadir las elecciones venideras, incluidas las presidenciales de fines del 2018.
"Esta no es una lucha por el proyecto de alguien, es una lucha por rescatar al país", dijo el viernes el diputado opositor José Manuel Olivares.
Desde Canadá a Argentina, pasando por la Unión Europea, diversos gobiernos han criticado la iniciativa de Maduro que, sostienen, es la consumación de una "dictadura".
La oposición ha prometido seguir en las calles del país, como desde principios de abril, para presionar al Gobierno a que acepte sus exigencias, como desmontar la Constituyente, convocar elecciones adelantadas, liberar a cientos de activistas presos y el ingreso de ayuda humanitaria.
Reporte de Diego Oré; editado por Silene Ramírez.
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