Dee Gordon fue el anfitrión de la familia de José Fernández en su visita al Marlins Park

Dee Gordon fue el encargado de ocuparse de atender a la familia de Fernández, con el que compartía una gran amistad en el equipo.

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Este artículo es de hace 7 años

Miami (EE.UU.) (EFE).- Este lunes, el recuerdo del lanzador cubano José Fernández volvió a ocupar el Marlins Park de Miami con la primera visita de su familia al estadio desde que el estelar lanzador falleciera el año pasado, en trágico accidente.

Su gran amigo dentro del equipo, el segunda base Dee Gordon, fue el anfitrión especial de la visita.


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Sobre todo cuando cargó en brazos a Penélope, la hija de 5 meses de José Fernández, que se ganó todo el cariño y la entrega de los profesionales de los Marlins.

Gordon llevó a la pequeña de un lado a otro del vestuario hasta que llegó al frente del casillero que tenía su padre y la pequeña, que había estado tranquila y divertida, comenzó a llorar.

De inmediato, las lágrimas también brotaron entre los asistentes a la reunión, pero también hubo sonrisas, abrazos y emociones encontradas, todas provocadas al evocar la memoria de un gran deportista, mejor persona y gran compañero.

La familia de Fernández visitó el Marlins Park para presenciar un juego por primera vez desde que el lanzador estelar falleció en un accidente náutico, el pasado septiembre.

Precisamente ayer el lanzador cubano hubiese cumplido 25 años, y por eso sus familiares, entre los que se encontraba la madre de Penélope, sus dos abuelas y la de Fernández.

La familia ingresó en el terreno antes de la práctica de bateo y se quedó para el comienzo del juego, en el que Miami enfrentaba a Washington.

"Fue un momento bien especial para todo el equipo", expresó el pelotero venezolano de cuadro Miguel Rojas. "Hubo muchas emociones. Fue un momento duro. No se pueden controlar tantas cosas que te pasan por la cabeza".

Pero sobre todo con la presencia de la pequeña Penélope de la que Rojas dijo que era "encantadora" y además con un gran parecido a su padre.

"Su cara y su pelo. Recuerdo que muchas mañanas, José llegaba así, despeinado", señaló Rojas. "Es realmente duro, pero a la vez hermoso saber que tiene una hija tan bella".

Por su parte, el piloto de los Marlins, Don Mattingly, reconoció que la visita lo conmovió en todo la amplitud de la palabra por todos los recuerdos que volvieron a estar presentes.

"Fue una sorpresa agradable, tengo que reconocer", destacó Mattingly. "Fue maravilloso ver a la pequeña, a la mamá de José y a todos. Pero esto fue también un recuerdo de lo del año pasado y ahí es donde estuvo todo lo duro de las emociones y el dolor interno de haber perdido a una persona y jugador como José (Fernández)".

Antes de dirigirse al parque, la familia de Fernández conmemoró su cumpleaños con una visita a la zona donde se encuentra el rompeolas contra el que chocó y encalló su embarcación rápida.

El accidente dejó un saldo de la muerte de Fernández, que era propietario de la lancha y dos amigos que le acompañaban.

Las autoridades tras realizar todas las pruebas de la autopsia de la víctimas confirmaron que en el organismo de Fernández se encontraron rastros de drogas y alcohol.

"Mi niño bello, donde quiera que estés hoy todos te vamos a recordar y extrañar mucho", escribió la madre de Fernández, Maritza Gómez, en su perfil de Facebook. "Nada más difícil que vivir sin ti, mi amor".

Además, la familia entregó una donación por 25.000 dólares, en nombre de su fundación, al Kiwanis Club, organismo que brinda atención a la niñez.

Por su parte, los Marlins, en el partido que disputaron ante los Nacionales de Washington, no pudieron ofrecerle el triunfo al perder 0-1.

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