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En la mañana de este domingo, Miguel Díaz-Canel, primer vicepresidente de Cuba, y José Ramón Fernández, titular del Comité Olímpico cubano, re-inauguraron el complejo de piscinas “Baraguá” en La Habana, cerrado por labores constructivas.
Según informaron medios de la isla, la reapertura del centro deportivo pretendía homenajear al fallecido Fidel Castro, quien cumpliría 91 años este 13 de agosto.
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Baraguá fue desde su construcción, una especie de mito dentro de las instalaciones deportivas de la isla. Sin embargo, con el paso de los años, acabó sumida en un gran abandono.
El complejo de piscinas ―localizado en el municipio Habana del Este― albergó las competencias acuáticas de los XI Juegos Panamericanos que se celebraron en Cuba entre el 2 y el 18 de agosto de 1991.
Fue proyectado en el taller del Arquitecto Antonio Quintana Simonetti y poseía una piscina olímpica, otra piscina de curso corto para calentamientos y eventos, una de recuperación atlética y un tanque de clavados.
Una vez que concluyeron los Panamericanos, la mayor parte de las instalaciones sufrieron desatención y falta de mantenimiento. En 2012, se cayó una parte de la estructura del techo (pasagato), lo que trajo como consecuencia que las disciplinas deportivas que entrenaban allí (nado sincronizado, polo acuático y clavado) tuvieran que reubicarse en otros lugares.
En el acto de ayer, una especie de nueva esperanza para los deportistas cubanos, reiteraron el mismo discurso que Fidel Castro diera hace 26 años durante la inauguración de los Juegos Panamericanos.
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