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En los primeros 100 días como gobernante el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha gastado cerca de 26 000 euros en maquillaje, según cifras divulgadas el pasado jueves por la revista local Le Point, confirmadas por el secretario general del Elíseo, Alexis Kohler.
De acuerdo con un reporte de la AFP, la factura en maquillaje de Macron, que se traduce en unos 31 000 dólares desde su elección hace tres meses, provocaron polémicas reacciones en las redes sociales francesas.
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Le Point había afirmado hace un par de días que la maquilladora personal del jefe del Estado envió dos facturas por los servicios prestados durante tres meses, una de 10 000 euros (USD 12 000) y otra de 16 000 (USD 19 000).
“Valía la pena elegir a un joven”, escribió un usuario en Twitter, refiriéndose al hecho de que Macron, de 39 años, es el jefe de Estado más joven en la historia de Francia.
Otro internautas se mostraban indignados debido a la reciente disminución en las ayudas a la vivienda, destinadas a rescatar las finanzas del Estado.
“Mientras que Francia trabaja duro, Macron se unta 23 SMIC (salario mínimo) en la cara”, denunció vía Twitter Florian Philippot, del partido de extrema derecha Frente Nacional.
Según recogen medios europeos, responsables del palacio presidencial han afirmado a la prensa que existe la “vocación de reducir significativamente” esa tarifa, que se debe a que “se contrató a una persona exterior porque no se tiene a nadie en nómina”.
El salario bruto, 8.000 euros al mes, sigue siendo más propio de un alto funcionario francés que el de un maquillador, aunque no es tan desorbitado en esta profesión, destacó el diario español "El País".
La maquilladora de Nicolas Sarkozy (presidente de 2007 a 2012) cobraba 8.000 euros al mes. Su sucesor, François Hollande, rebajó la tarifa a 6.000 euros. No obstante, a ese gasto había que añadirle la factura de casi 10.000 euros mensuales que pagaba a su peluquero. Este se defendió argumentando que tenía que estar disponible las 24 horas al día, algo que también argumentó la maquilladora de Sarkozy, Marina Michenet.
Enfrentado a una caída de su popularidad en los sondeos, Macron se prepara para una vuelta de las vacaciones también delicada, en un momento en el que los sindicatos y la izquierda radical convocaron manifestaciones en septiembre contra su famosa reforma laboral, apuntó AFP.
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