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Según tres personas que estuvieron presentes durante una breve conversación sostenida entre Donald Trump y el Fiscal General de los Estados Unidos, Jeff Session, el presidente fue advertido acerca de lo inapropiado que resultaría un perdón al ex- Sheriff Arpaio.
Un funcionario de la Casa Blanca, que habló bajo la condición de anonimato, dijo que ellos estaban conscientes de que Trump "quería hacer esto desde hace algún tiempo" y que incluso "había trabajado para prepararse para cuando llegara el momento".
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El pedido de Trump a Sessions tuvo lugar en los días en que Joseph Arpaio se dirigía a comparecer en juicio. Trump quiso actuar entonces para ayudar al ex- Sheriff del condado de Arizona y viejo amigo, un hombre que se había convertido en un compañero de campaña y socio en su cruzada contra la inmigración ilegal.
"Desde la primavera pasada el presidente le preguntó al Fiscal General Jeff Sessions si sería posible que el gobierno abandonara el caso criminal contra Arpaio, pero se le aconsejó que sería inapropiado", dijo la propia fuente quien especificó que Trump decidió que el caso fuera a juicio, y que en caso de que Arpaio fuera condenado, él, como presidente, le otorgaría la clemencia.
Increpada acerca de esta revelación hecha por el diario The Washington Post, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, dijo: 'Es natural que el presidente tenga una discusión con los abogados de la administración sobre asuntos legales. Este caso no sería diferente".
Sin embargo, el Departamento de Justicia se negó a comentar sobre el asunto. Recordemos que el perdón otorgado por Trump fue emitido sin consultarse previamente a este Departamento.
Según expertos, este hecho pudiera socavar el respeto al estado de derecho dentro de la nación, ya que este tipo de perdón que otorgan los presidentes estadounidenses, se suele otorgar por otros motivos, y nunca a un reo recién condenado, que ni siquiera ha ido aún a la cárcel, y mucho menos por un delito relacionado con el desacato de la justicia.
Las bases mediante las cuales Arpaio fue condenado, están relacionados con su agresiva represión contra los inmigrantes ilegales, durante los más de 20 años en que se desempeñó como sheriff del condado de Maricopa; donde además fue acusado de discriminación racial, falta de investigación de delitos sexuales, maltrato a los presos y otros casos relacionados con mala conducta policial.
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