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Negocios como restaurantes, cafés y tiendas, ubicados en la céntrica calle de Miracle Mile, en la ciudad de Coral Gables (Miami-Dade), están perdiendo millones de dólares debido a las incesantes labores de construcción que allí se llevan a cabo desde hace más de un año, reportó el diario local El Nuevo Herald.
Los clientes se las ingenian para atravesar calles todavía cerradas con barricadas y aceras estrechísimas mientras los trabajadores siguen derramando concreto y cortando losas, explica el referido medio.
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En tal sentido, las pérdidas en la economía de estos negocios se traducen, en algunos casos, en más de 1 millón de dólares. Los dueños, por su parte, dicen estar “cansados de las largas demoras” y alegan que para estas fechas los trabajos ya debían haber terminado.
Según recoge El Nuevo Herald, los funcionarios de Coral Gables amenazaron con emprender una acción legal contra Ric-Man International, la firma de construcción que tiene a su cargo el proyecto, pero ahora aseguran que prefieren la continuación de las obras y que se terminen por fin los tan demorados trabajos de embellecimiento y renovación del área.
La rehabilitación de esta zona urbana podría demorar hasta el mes de enero, una tardanza de cinco meses en relación a la fecha programada inicialmente.
“Para mí esto es algo shakespereano; una verdadera tragedia. No se suponía que se hiciera de esta forma”, dijo al periódico Wayne Eldred, dueño de Tarpon Bend Raw Bar & Grill y ex presidente de la Cámara de Comercio de Coral Gables.
Eldred agregó que este año ha tenido pérdidas de entre 800,000 y un millón de dólares en su restaurante. “Se suponía que la mayor parte de este proyecto no le hiciera daño a los negocios y, sin embargo, eso es justamente lo que ha ocurrido”, dijo.
Al menos una decena de negocios están vacantes en Miracle Mile, donde no pocos comerciantes afirmaron haber perdido entre 40 y 50% de los mismos por las labores de construcción, especialmente durante la temporada navideña del año pasado.
La firma Ric-Man International, por su parte, achacó las demoras a que en el pasado existieron “ciertas discrepancias en el diseño del proyecto”. Igualmente, la constructora alega que la ciudad no le ha respondido a algunas solicitudes como recibir fondos adicionales, ni tampoco información.
De acuerdo con el diario, la ciudad no planea anular el contrato con la constructora. La oficina del administrador envió una carta el pasado julio donde elogiaba el esfuerzo de Ric-Man por apurar los trabajos.
Por su parte, Craig Leen, abogado de la ciudad, añadió al Herald que si se toma alguna acción legal contra la empresa sería con el objetivo de conocer bien qué cantidad de dinero le debe la misma a la ciudad.
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