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El Arzobispado de Santiago de Cuba "no estaba al tanto" de que los damnificados por el paso de huracanes en Cuba tenían que pagar por las donaciones que recibían en concepto de distribución y transporte, una decisión que el Gobierno cubano aprobó a través de una resolución este martes y abolió dos días después, presionado por las críticas desde el exterior.
"Suponemos que si es así (la venta de las donaciones), debe de ser por una regulación establecida por el gobierno local", apuntan desde Santiago en declaraciones a CiberCuba.
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En todo caso, desde el Arzobispado santiaguero aclaran que las donaciones que distribuye Cáritas en la Isla se reparten entre los afectados a través de las iglesias y con el apoyo de voluntarios, "aunque en catástrofes mayores siempre existe cooperación con las instituciones del gobierno, que cuentan normalmente con mayores medios logísticos (transporte, almacenes, etc.)".
Pese a que Santiago de Cuba no fue una de las provincias más afectadas por el paso del huracán Irma, el Arzobispado asegura que "en estos momentos de catástrofe se ha ayudado a miles de personas y familias".
Hay que recordar que la llegada del huracán Irma a Santiago coincidió con la celebración del Día de la Patrona de Cuba, la Virgen de la Caridad del Cobre, cuya peregrinación tuvo que ser suspendida este año por el mal tiempo.
Cáritas es una de las instituciones que colabora con los necesitados en la Isla. La Organización de Naciones Unidas (ONU) está haciendo gestiones para movilizar 55,8 millones de dólares con los que atender con urgencia a los 2,1 millones de cubanos afectados por el paso del huracán Irma. En Ciego de Ávila, una provincia muy golpeada por el ciclón, comenzó esta semana la distribución de 465 cocinas de queroseno y 200 colchones.
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