OTTAWA, 22 sep (Reuters) - Canadá sancionará a cuarenta altos cargos venezolanos, incluido al presidente Nicolás Maduro, por su comportamiento antidemocrático. En adelante quedan congelados sus activos económicos y ninguno de ellos podrá comerciar con empresarios canadienses. Así lo ha anunciado la ministra de Relaciones Exteriores canadiense, Chrystia Freeland.
La reacción de los chavistas no se ha hecho esperar. Maduro ha calificado la medida de "inamistosa y hostil" y considera que va encaminada a obstaculizar las relaciones económicas bilaterales entre los dos países.
Canadá, que mantiene una relación cordial con el Gobierno cubano, considera que no puede quedarse de brazos cruzados con lo que está pasando en Venezuela. Por su parte, Maduro critica que el gobierno canadiense "no reconozca a las instituciones venezolanas y apoye la violencia de los grupos extremistas que el propio Gobierno de Canadá ha protegido".
La decisión canadiense se conoce semanas después de una similar de Estados Unidos. Los críticos de Maduro sostienen que el mandatario socialista ha hundido al país petrolero sudamericano en la peor crisis económica de su historia contemporánea y lo llevó a las puertas de una "dictadura".
"Canadá no permanecerá en silencio mientras el Gobierno de Venezuela despoja a su pueblo de sus derechos democráticos fundamentales", dijo la ministra de Relaciones Exteriores, Chrystia Freeland, citada en un comunicado.
Las acciones fueron aprobadas "en respuesta a la profundización del descenso hacia la dictadura del Gobierno de Venezuela", argumentó el Gobierno de Ottawa.
Más tarde, el Gobierno venezolano dijo que las "ilegales sanciones" sobre altos funcionarios son una "flagrante violación" de los principios de la Carta de las Naciones Unidas, la carta de la Organización de Estados Americanos (OEA), así como del derecho internacional.
"Venezuela denuncia ante la comunidad internacional estas medidas inamistosas y hostiles, las cuales vulneran, entre otros, el principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados", expresó en un comunicado difundido la noche del viernes.
Las decisiones de Canadá buscan "socavar la paz" tras la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente y minar los encuentros que iniciaron el Gobierno y la oposición, agregó en la declaración, disponible en el sitio de internet de la cancillería venezolana.
La oposición venezolana acusa a Maduro de ser el responsable de la crisis que atraviesa la nación, con recesión económica, inflación de tres dígitos y escasez de alimentos y medicinas.
El mandatario, sin embargo, sostiene que el descalabro económico es producto de una "guerra económica" llevada a cabo por la oposición, con apoyo externo, con el único fin de crear zozobra y, finalmente, desbancarlo.
¿Impacto de las sanciones canadienses a funcionarios venezolanos y a Maduro?
A fines de julio, Estados Unidos impuso sanciones contra Maduro en respuesta a una elección de la Constituyente, integrada únicamente por sus aliados y la cual tomó prerrogativas del Parlamento dominado por la oposición.
Las medidas canadienses nombran a Maduro, a su vicepresidente Tareck El Aissami y a otras 38 personas.
Entre ellos figuran el ministro del Interior, Néstor Reverol; el ministro de Defensa, Vladimir Padrino; varios jueces de la Corte Suprema; la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena; y el ministro de Educación, Elías Jaua.
Canadá es miembro del "Grupo Lima", un conjunto de 12 países americanos que trata de abordar la crisis venezolana. Un funcionario del Gobierno dijo que Freeland quería organizar una reunión del grupo dentro de los próximos 60 días.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, comentó el jueves que creía que había una oportunidad para una solución política a la crisis venezolana. "Ésta es una situación que es obviamente insostenible. La violencia (...) tiene que terminar y estamos buscando ser útiles", dijo a periodistas en la ONU.
Expertos sostienen que las sanciones individuales han tenido poco o ningún impacto en las políticas de Maduro y que sanciones más amplias -incluyendo a los sectores petrolero y financiero- pueden ser la única manera de hacer que el Gobierno venezolano sienta el golpe y se vea en la necesidad de negociar.
A fines de agosto, el Gobierno de Donald Trump aplicó sanciones financieras contra la nación, que la han obligado a buscar monedas distintas al dólar para vender y adquirir bienes en el mercado internacional.
En paralelo, la oposición ha iniciado una serie de reuniones en busca de retomar un diálogo con el Gobierno de Maduro. La próxima semana, en República Dominicana, se llevará a cabo otra ronda exploratoria. (Reporte adicional de Deisy Buitrago en Caracas. Editado en español por Carlos Serrano y Silene Ramírez)
Las medidas incluyen la congelación de activos de los funcionarios y la prohibición a que los canadienses hagan negocios con ellos.
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