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En un discurso televisado, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha asegurado que su país ha destruido ya los últimos restos que quedaban de su arsenal químico.
Putin ha precisado que Rusia ha cumplido ―incluso tres años antes de lo que habían previsto― con su promesa de eliminar miles de toneladas de agentes químicos, cuya destrucción debía completarse para el año 2020.
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El mandatario ha calificado de “paso histórico” esa operación, que asegura haber supervisado él mismo por “vía remota”.
“Se puede decir sin alardear que es realmente un acontecimiento histórico, teniendo en cuenta los arsenales de armas químicas que heredamos de los tiempos soviéticos, con los que se habría podido destruir varias veces toda la vida de la Tierra”, añadió.
El presidente ruso no perdió tampoco la oportunidad para lanzar un reto al presidente Donald Trump para que siga sus pasos:
"Por desgracia, no cumplen con sus obligaciones bajo los términos de destrucción de armas químicas, y han aplazado ya tres veces su eliminación con el pretexto de que no cuenta con suficientes fondos”.
La destrucción de armas químicas realizada hoy en Rusia tuvo lugar en una zona cercana a Kizner, en la región de los Urales, en una ceremonia a la que asistió una delegación de la Organización Internacional para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), según destacan medios de prensa.
La promesa se remontaba a 1993, cuando Rusia se convirtió en uno de los primeros países en firmar la Convención sobre Armas Químicas, y declaró entonces que disponía de hasta 40 mil toneladas de agentes químicos, que se comprometió a eliminar para el año 2012. Sin embargo, luego lo tuvo que posponer debido a la falta de financiación.
La Convención sobre Armas Químicas comprometía a los 188 países que la suscribieron (entre los que no figuraba Corea del Norte), a desmantelar todo su armamento químico antes de abril de 2012.
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