SAN JUAN, Puerto Rico, 28 sep (Reuters) - El presidente Donald Trump planta cara a las críticas que está recibiendo por su forma de enfrentar la tragedia que el huracán María ha dejado en Puerto Rico. Ayer, levantó el veto marítimo a los barcos que navegan en aguas estadounidenses hacia el estado asociado, para agilizar el abastecimiento de combustible y alimentos en una isla que no sabe cómo recuperar la normalidad tras los estragos causados por el huracán María.
Hasta el lunes próximo no está previsto que el Pentágono envíe a San Juan un primer cargamento de 100 camiones con combustible y diesel, como parte de la movilización de equipo y provisiones para la Isla.
Según publica el diario puertorriqueño El Nuevo Día, los habitantes de Puerto Rico, además de la escasez de gasolina, aún necesitan que se restablezca el servicio eléctrico y el suministro de agua. En Quebradillas, uno de los pueblos evacuados por el peligro de desbordamiento de una presa, hay 2.160 casas destruidas parcial o totalmente. Ocho días después del paso del ciclón aún no se ha restablecido el servicio de guaguas.
El territorio asociado a Estados Unidos todavía enfrenta enormes obstáculos logísticos para distribuir los alimentos, el combustible y el agua potable que se necesitan. La mayoría de los 3,4 millones de habitantes de la isla caribeña tampoco tienen electricidad.
Brock Long, administrador de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA por su sigla en inglés) dijo que estaba insatisfecho con la respuesta federal, pero que las operaciones de socorro se han visto obstaculizadas por los daños en el sistema de control aéreo, aeropuertos y puertos.
El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, había pedido una exención de la Ley Jones, que restringe la navegación entre puertos estadounidenses a embarcaciones de propiedad y bajo operación de Estados Unidos, para asegurar que no haya impedimento para que lleguen a la isla caribeña los suministros.
La exención, que estará vigente 10 días y cubrirá todos los productos enviados a Puerto Rico, fue firmada el jueves por la secretaria interina del Departamento de Seguridad Nacional, Elaine Duke, informó la cartera en un comunicado.
A diferencia de Brock, Duke aseguró a periodistas el jueves que estaba "muy satisfecha" con la respuesta federal al huracán María. "Los esfuerzos de socorro están bajo control, están avanzando muy bien", sostuvo.
El Gobierno estadounidense ha levantado temporalmente la Ley Jones en otras ocasiones luego del paso de potentes tormentas por su territorio, incluso recientemente tras el paso de los huracanes Harvey e Irma en Texas y Florida, a fin de agosto y comienzos de septiembre, respectivamente. Los críticos señalan que la isla no ha estado recibiendo la respuesta del Gobierno federal que hubiese habido si fuera un estado del país el afectado, pese a que los residentes del territorio asociado son ciudadanos estadounidenses. La portavoz de la Casa Blanca Sarah Sanders anunció vía Twitter que Trump autorizó la exención a pedido del gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló. El gobernador retuiteó la publicación con un "Gracias @POTUS", en referencia a la cuenta oficial del presidente en la red social.
Si bien tanto la FEMA como el Ejército estadounidense intensificaron los esfuerzos de ayuda en Puerto Rico, muchos residentes se han exasperado por la prolongada falta de luz, suministro confiable de agua potable y otros víveres esenciales.
Con todo, Rosselló ha defendido vehementemente la respuesta de Trump: "El presidente ha sido muy diligente, ha estado hablando con nosotros prácticamente todos los días", dijo el jueves en una entrevista con MSNBC.
"Necesitamos conductores de camiones (...) El alimento está aquí, el agua está aquí (...) Pero lo que necesitamos es equipamiento" y personas, agregó el gobernador.
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