No todo lo que brilla es oro. Empleados del aeropuerto de La Habana consideran que el trabajo que realizan no está bien pagado. Cobran 585 pesos cubanos (23 dólares) más un estímulo de 20 CUC por hacer turnos de 12 horas e incluso jornadas extraordinarias, que han terminado siendo obligatorias porque quien no las hace luego lo nota en la parte del sueldo que les paga en divisas la empresa Ecasa, dependiente del Ministerio del Interior.
Pero ésta no es la única causa por la que los trabajadores no cobran los 20 chavitos prometidos. Las sanciones llueven y las deserciones también. Sólo por aceptar el regalo de un libro por parte de un turista se puede perder el incentivo en divisas de todo el mes. Pero el Gobierno cubano prefiere encontrar nuevos trabajadores, incluso poniendo anuncios en los medios de comunicación, antes que mejorar las condiciones de trabajo con una sola nota positiva: transporte gratis.
Según publica Diario de Cuba, los empleados del aeropuerto de La Habana se quejan además de que sus jefes los vigilan con cámaras desde un puesto de mando; no tienen aire acondicionado por lo que en verano se asfixian de calor y en invierno se mueren de frío. Además, las famosas meriendas ya no son lo que eran: ahora dan pan con queso o mortadella y refresco hecho con mermelada, que se preparan en la propia terminal. A eso hay que sumar que los almuerzos y comidas se quedan por debajo de las calorías recomendadas como saludables.
El crecimiento en la llegada de turistas a la Isla del que tanto se jacta el Gobierno no se ha traducido en un aumento del personal en el aeropuerto. De hecho, una trabajadora explica que siempre tienen déficit en una plantilla que goza de muy mala fama entre los cubanos. Se les acusa de corrupción y robos.
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