Parecía un Garage Sale pero con guardias de seguridad. Este viernes en la tarde varios de los diplomáticos estadounidenses en La Habana decidieron vender sus pertenencias antes de abandonar el país, poco tiempo después de que el Gobierno de Donald Trump anunciara las nuevas medidas para proteger al personal norteamericano de la embajada en la Isla.
Una larga fila -aproximadamente 300 personas- apareció entonces frente a una de las casas de descanso de los Marines estadounidenses, situada en la calle 24 entre 1ra y 3ra, en Miramar.
Se trataba, en principio, de trabajadores de otras embajadas o familiares de los trabajadores cubanos de la sede diplomática de Estados Unidos que esperaban ansiosos por aprovechar la "oferta diplomática", informó Diario de Cuba. Pero luego, según cuenta una vecina a CiberCuba, el barrio entero se volcó al lugar.
"Lo que más se compró fue comida; no duró ni 15 minutos," explicó la mujer.
Según ella uno de los guardias de seguridad gritaba en un español con acento: "Salgan, salgan, no toquen nada".
"Los americanos vendieron electrodomésticos, computadoras, Xbox, tostadoras, comida, bicicletas, ropas, sillas andadoras para niños, y todo tipo de artículos para el hogar; a precios muchos más baratos de los que puedas encontrarte en Revolico.com," comentó.
Alrededor de las 5:00 p.m. varios automóviles con matrículas encabezadas por los códigos E-071 o D-071 despacharon los artículos. Era casi imposible fotografiar el lugar. Un guardia estaba en a puerta para impedirlo y las personas debían firmar un libro como constancia de que habían estado allí, explicó el citado medio.
Este viernes, Estados Unidos decidió retirar un 60 por ciento de su personal diplomático en La Habana y advirtió a sus ciudadanos que no visiten Cuba debido a los ataques que han afectado al menos a 21 miembros de su personal.
"Hasta que el Gobierno de Cuba pueda garantizar la seguridad de nuestros diplomáticos en Cuba, nuestra embajada será reducida a personal de emergencia para minimizar el número de funcionarios expuestos al riesgo", dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, en un comunicado.
Asimimo, anunciaron que las operaciones rutinarias para la tramitación de visas serían suspendidas y solamente se ofrecerán servicios de emergencia a los ciudadanos estadounidenses.
Más adelante adelantaron que el Departamento de Estado de los Estados Unidos está estudiando la posibilidad de que los cubanos puedan solicitar visas en embajadas y consulados de terceros países fuera de Cuba, aunque aún no se ha decidido nada al respecto.
El Gobierno cubano calificó de "precipitada" la decisión, y la directora para Estados Unidos de la Cancillería cubana, Josefina Vidal, afirmó ante los medios que esto afectaría la relación bilateral, aunque reiteró la voluntad de su Gobierno de continuar "la cooperación activa entre las autoridades de ambos países".
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