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Entre los años 2008 y 2010, Vilma G. D. y Eduardo N. G. crearon un sistema de matrimonios amañados en Las Palmas de Gran Canaria, España, por el que ayer debían haber sido juzgados junto a otra veintena de acusados.
El método consistía en presentar documentos falsos en la Subdelegación del Gobierno de Las Palmas, modelos de reagrupación familiar para traer a cubanos a España, y lo hacían, según ha concluido la Fiscalía de Las Palmas, “incumpliendo la normativa de tránsito extranjero y poniendo en peligro el flujo migratorio del territorio nacional”.
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Algunos españoles llegaron a casarse hasta dos veces con cubanos, y otros se ocupaban de falsear documentos para propiciar reagrupaciones familiares fraudulentas.
Finalmente, de la trama integrada por 23 acusados, la mayoría aceptó en el juicio penas que oscilan entre tres meses de cárcel y multa de 540 euros, según destaca este martes un medio de prensa local.
Gracias al acuerdo de las partes, los acusados se han ahorrado casi dos semanas de juicio. Sólo uno de los 23 acusados ha rechazado el acuerdo entre la Fiscalía y las defensas, y ha optado por defender su inocencia ante el tribunal.
Sin embargo, lo más notable es que los dos principales acusados, aún en busca y captura, no se presentaron y la pena para ambos es de 11 años de prisión por delitos de falsificación de documentos y contra el derecho de los extranjeros.
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