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Los pantalones de Kim Jong-Un asombran ya casi más que su singular peinado y sus misiles. Para disimular su gordura en un país de gente bajita y delgada a fuerza de hambrunas, el mandatario de Corea del Norte luce unos pantalones que podían perfectamente llevar la firma de Balenciaga.
El diario británico The Mirror y el español El País han resaltado los 'baggy trousers' de Kim Jong-Un y la revista Esquire se ha sorprendido de que el dictador llene con sus piernas toda la pata del pantalón por lo que se pregunta si padece de elefantiasis.
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Su chaqueta Mao con solapas camiseras y bolsillos y su pantalón de rayas diplomáticas con una línea planchada encandilan a Daniel García, director de moda en la revista española para hombres, Icon. Él cree que Kim Jong-Un pidió un pantalón recto, pero como él es ancho, quedó un pantalón de patas anchas, algo corto porque no quiere arrastrar los bajos.
Según publica El País, Kim Jong-Un prohibió los jeans en 2016 y su peinado y el corte bob de su esposa, Ri Sol-ju, son las normas políticamente correctas en un país donde la individualidad es pecado. Por eso el rotativo español no descarta que los 'baggy trousers' del dictador se conviertan en tendencia en Corea del Norte.
Barbara Demick, en su libro Querido Líder: vida cotidiana en Corea del Norte (2011), asegura que el principal problema de los coreanos que desertan y llegan a Corea del Sur es decidir, en el día a día, qué comer o qué ropa ponerse, porque están acostumbrados a que se los impongan.
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