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Numerosos residentes en Las Vegas, incluso turistas estadounidenses y visitantes extranjeros, acudieron hoy a centros hospitalarios y clínicas de la ciudad a donar sangre para ayudar a las víctimas de la terrible masacre ocurrida esta madrugada, cuando un individuo de 64 años de edad, nombrado Stephen Paddock, disparó desde las alturas de un hotel a un grupo de aproximadamente 20 mil personas que se encontraban disfrutando un concierto de una estrella de la música country.
La masacre, que se ha convertido en la mayor en la historia de los Estados Unidos ha dejado hasta el momento un saldo de 59 muertos y más de 400 heridos, aunque algunos hablan de que esta última cifra pudiera llegar a 500.
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La solidaridad, ante un caso así no se hizo esperar, y esta mañana, la fila en uno de los puestos médicos habilitados al efecto superaba las dos cuadras de distancia.
Algunos doctores y enfermeras que tenían su día de descanso libre, renunciaron a este, y acudieron a los centros hospitalarios en los que trabajan.
Con información de Twitter.
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