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Alejandro Francisco Acevedo, de 81 años, lleva varias semanas desaparecido, su teléfono está fuera de servicio y ninguno de sus familiares imagina siquiera qué pudo haber sucedido.
Acevedo tiene tres hijas, cinco nietos y una bisnieta, y el último de sus familiares que supo de él fue Brittany Casaus (una de sus nietas) el pasado 20 de septiembre.
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Casaus acostumbraba visitarlo todos los miércoles al efficiency en el que vivía en Hialeah y, según declaró a El Nuevo Herald, en una de sus visitas Acevedo no estaba y cuando regresó la siguiente semana, tampoco lo encontró.
La joven, de 24 años, informó a la policía y se dirigió al supermercado más cercano con una foto del anciando para averiguar si los empleados lo habían visto, pero no recibió ninguna respuesta.
Los agentes de la policía acompañaron a la muchacha a la residencia de su abuelo y encontraron la habitación completamente vacía.
“Ni una media estaba en el cuarto”, dijo la nieta, “¿Cómo un anciano de 81 años se iba a mudar solo?”.
Por su parte, la propietaria de la casa a la que pertenece el efficiency donde se encontraba viviendo Acevedo, aseguró no saber nada de este, ni haber escuchado que el anciano se estuviera mudando.
Casaus dijo a El Nuevo Herald que su abuelo es “un hombre reservado pero lúcido, sin amigos ni historial de viajar sin notificar a sus familiares. Trabajaba en una empresa de telas, pero se retiró hace varias décadas”.
Las autoridades y los familiares de Acevedo piden, en caso de tener alguna información, llamar al servicio 911.
Con información de El Nuevo Herald
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