Cuba tiene entre manos diez proyectos de modificación genética de ganado para adaptarlos a las altas temperaturas del trópico, pero no consigue controlar la plaga de garrapatas en el campo.
Los trabajos de investigación se llevan a cabo en la empresa pecuaria genética Camilo Cienfuegos, de Loma de Candelaria, en el municipio Consolación del Sur, en Pinar del Río, que entre enero y marzo de este año sufrió una plaga de garrapatas que obligó a sacrificar 338 vacas.
De los diez proyectos genéticos en marcha en Pinar del Río, ocho se llevan a cabo con ganado vacuno, uno con ovino y el otro con caprino. De ahí se aseguran sementales para la inseminación artificial y para la monta directa en el sector campesino.
Según publica el diario local Guerrillero, ya han sido "mejorados" los genes de las especies Siboney de Cuba, Cebú cubano y Criollo, Santa Gertrudis y Charolaise, de manera que puedan adaptarse al calor y la humedad porque son originarias de Asia (cebú), Texas (Santa Gertrudis) o Francia (la Charolaise).
Actualmente en la provincia de Pinar del Río unas 5.600 vacas están destinadas a la producción de leche. La empresa pecuaria genética trabaja con 105 unidades entre las que hay 37 vaquerías típicas y dos microvaquerías.
Los trabajos genéticos buscan aumentar la producción de carne y leche, que este año volverá a quedarse muy por debajo de las previsiones. Pero no será por problemas en los laboratorios donde se modifican genes relacionados con el crecimiento, la reproducción, la producción lechera, la longevidad o la supervivencia y permanencia, sino por la plaga de garrapatas que atacó al ganado en Pinar del Río en el primer trimestre de este año.
Plaga de garrapatas en el campo cubano
La empresa pecuaria genética de La Candelaria acumulaba hasta agosto de este año un déficit de 44.500 litros de leche, respecto a los 2.186.500 planificados hasta la fecha. De ese incumplimiento provocado por una plaga de garrapatas entre enero y marzo de este año no van a recuperarse. Intentaron eliminar los insectos con el producto del que disponían y no funcionó. Para cuando llegó el remedio ya las pérdidas eran cuantiosas, afirma el diario Guerrillero.
Detrás de la plaga de garrapatas están este año en Pinar del Río 235 abortos y 338 vacas sacrificadas por su deteriorado estado físico. En total, 573 gestaciones malogradas. A esto hay que añadir la sequía, la falta de pastos y la aparición de un parásito hepático (fasciola hepática), que atacó al ganado y provocó que las reses perdieran peso y produjeran menos leche. Aparte de que obligó a la empresa a desechar los hígados de los animales afectados. En agosto el responsable de la entidad estatal se quejaba de que los laboratorios Labiofam no le habían enviado el fármaco necesario para combatir este nuevo ataque.
De ahí que la compañía admita que no puede cumplir con los 4 millones de litros de leche planificados para este año. El promedio de producción por vaca debería estar en los 6,2 litros y está en 5,4.
Tampoco podrá cumplir con lo comprometido para este año la Empresa Cárnica de Cienfuegos, que el mes pasado fue visitada por uno de los vicepresidentes cubanos, el general de División Ulises Rosales del Toro, que afeó a la dirección de este organismo estatal que sacrificara vacas muy flacas y no cubriera la demanda de la población.
Cuba comenzó a hacer sus pinitos en el área del mejoramiento genético del ganado bovino en los años 60. Así lo recoge la revista cubana de Ciencia Agrícola, en una edición de 2011. En un principio, los retoques genéticos iban encaminados a conseguir una nueva raza, partiendo de las dos que mejor se habían adaptado al país: la Cebú y la Criolla. De esta forma surgió la Siboney de Cuba (5/8 de Holstein y 3/8 de Cebú), la Mambí de Cuba, Taíno de Cuba y la Cebú Lechero Cubano. Ahora se enfrentan a las garrapatas de toda la vida.
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