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Los cerca de 10.000 damnificados por el paso del huracán Irma por Sancti Spíritus han tenido que paralizar la restauración de los techos de sus casas por falta de tejas. La fábrica provincial San Agustín, de la ciudad de Yayabo, está parada. Las lluvias de octubre no dan tregua y mientras siga lloviendo será imposible continuar con las labores de extracción del barro con el que se confeccionan las tejas. Si deja de llover, los obreros necesitarán al menos dos días para que oree el fango escondido y puedan sacarlo y retomar el trabajo.
Desde que pasó el ciclón, el tejar de Yayabo se está dedicando casi en exclusiva a la producción de tejas. Cuando recuperaron el servicio eléctrico, a finales de septiembre, apenas tuvieron diez días laborables para comenzar a producir las primeras 3.000 tejas, que aún no están listas para salir a la venta porque les falta pasar por el horno. Luego han venido las lluvias que impiden sacar la materia prima de la mina La Trinchera y la fábrica se paró.
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Entre los datos de lo que necesitan producir y lo que están produciendo hay un abismo de por medio. En diez días sacaron 3.000 tejas (una media de 300 al día). Sin embargo el objetivo marcado, según publica el periódico local Escambray, es sacar 1.200 diarias en jornadas de diez horas. Por eso es normal que a estas alturas no hayan entregado ni un solo lote de tejas criollas a los consumidores.
Entre el 15 de septiembre y el 5 de octubre se entregaron otras 3.000 tejas francesas producidas en el tejar Mercedes de Trinidad. Ésas se destinaron a los damnificados de Iguará, El Río, Nela, Mayajigua y Yaguajay.
Pero como ocurre en Yayabo, también en Trinidad está lloviendo y la producción ha echado el freno por la imposibilidad de extraer barro. Ésa es la realidad. Otra cosa es el compromiso del municipio de producir 12.000 tejas en un mes, según explica al diario Escambray Yandri Miguel Dita Pumarada, director de la Unidad Empresarial de Base Técnico-Productiva de la Empresa Productora de Materiales de la Construcción del Poder Popular. Pero esta cifra no encaja en los cálculos que el propio directivo ha hecho. Si dice que su meta es producir 1.200 tejas diarias en un mes, contando como mínimo 20 días laborables debería obtener 24.000 tejas. Sin embargo, se pone 12.000 como objetivo (la mitad). Sus números no cuadran.
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