La muñeca cubana Leonor, conocida como la muñeca más grande del mundo y elaborada en homenaje al libro “La Edad de Oro” de José Martí, será exhibida este mes en la ciudad francesa de Toulouse, como parte de una exposición dedicada al trabajo manual de la muñequería latinoamericana.
Con 22 metros de altura y poco más de 2800 libras, Leonor –personaje del cuento martiano “Mi muñeca negra”- supera con creces a su “prima” de 13 metros de altura confeccionada en la ciudad de Córdoba, Argentina.
La muñeca forma parte de una extensa colección del proyecto sociocultural camagüeyano Carsueños, encabezado por la artesana Carmen Soto González, Premio Memoria Viva 2016 en la categoría de proyección artística, uno de los reconocimientos más importantes que entrega el Ministerio de Cultura de Cuba.
Según recoge el diario Juventud Rebelde, también será exhibida en Francia otra Leonor, una diminuta muñeca de trapo de 2,2 centímetros de altura, “además los muy esperados Rapimuñecos; libros didácticos y terapéuticos, diseñados fundamentalmente para los niños”, dijo la artesana.
Parte del intercambio con el público de Toulouse también incluirá donaciones de juguetes a niños hospitalizados en esa ciudad europea. “Les enseñaremos cómo se hace un juguete de tela”, anunció al diario la también maestra jubilada, quien a los nueve años de edad ya había confeccionado su primer muñeco.
En esa localidad gala se prevén conferencias y talleres enfocados a mostrar el desarrollo de la muñequería en la Isla, “en tiempos en que las potencialidades y creatividad de los artesanos no son valoradas con justicia por los consorcios industriales de la juguetería”, apuntó la publicación.
Para confeccionar a Leonor se emplearon a 26 artesanos, que laboraron durante 26 976 horas, entre costura y ensamblaje de su cuerpo. Como dato curioso, la nota destaca que en su elaboración participó la niña Violeta Lambert, de solo diez años de edad.
En la muñeca gigante se invirtieron, desde la primera puntada, efectuada el primero de abril del pasado año, 256,60 metros de tela en el vestuario, 12 de tejido Telarte y otros 22 metros de retazos en el forro del vientre.
Leonor fue vestida únicamente con los colores de la bandera cubana, asimismo se usaron en su confección 20 metros de encaje, dos de tul, 25 de soga y otros 16 metros de tubería de 1,5 pulgadas para mantener su andamiaje.
Se aprovecharon también en su elaboración, ocho conos de hilo de coser, 15 rollos de pita, 12 agujas de máquinas de coser, 2 174 libras de relleno que incluyen poliespuma, papel, cartón y múltiples globos inflados, y otros 150 tramos de sacos de yute reciclado para las trenzas de su pelo.
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