Vídeos relacionados:
En Santiago de Cuba las calles cuentan y protagonizan sus propias leyendas. No existe ni una sola que no tenga algo que decir, desde las pintorescas fábulas de los vecinos o personajes populares, hasta las páginas que llenan los libros de anécdotas de los héroes del pasado y que mecánicamente se aprenden en las escuelas.
En la llamada Capital del Caribe, la historia se escribe en las vías, en medio del ir y venir de vehículos y transeúntes. La urbe caribeña vive más en sus calles que en el interior de las edificaciones. En las arterias palpita la conga y el carnaval, los trovadores iniciaron la vieja y hermosa tradición de rendirle tributo al amor mientras que los pregoneros le cantan a la vida, no hay esquina que no haya sido testigo de un piropo, de una conversación aderezada con chismes o de un chiflido para detener una moto taxi.
Lo más leído hoy:
Como el santiaguero, la vida en las calles es igualmente única.
Aquellos que en esta urbe tienen que ver con la conservación del patrimonio cultural inmaterial han tenido a bien preservar esa riqueza espiritual y justipreciarla, por eso, quienes viven o han visto la “tierra caliente” en su evolución en los últimos 15 años, son testigos de transformaciones que sin dudas convierten a la Capital del Caribe en un sitio más atractivo para el turismo de ciudad, más allá de aquella vieja intención abandonada –creo yo– de venderla como un destino de sol y playa.
En los últimos años, dos zonas en la urbe han sido convertidas en áreas exclusivas de uso peatonal, para beneplácito de las personas, de las dinámicas propias al interior de la antigua villa colonial española, y de la actividad comercial estatal y privada.
La primera fue el Callejón del Carmen que devino importante eje comercial y artesanal de la ciudad; mientras que la segunda no pudo tener mejor nombre: Corredor Peatonal Patrimonial las Enramadas, el más largo de su tipo en el país y por donde cada día miles de personas atraviesan el Centro Histórico de la urbe.
Según Gisela Mayo, directora del Plan Maestro de la Oficina del Conservador de la Ciudad, es intención y sueño de aquellos que trabajan por una urbe más cosmopolita, crear nuevas zonas peatonales como parte del programa de revitalización y reanimación de la antigua villa colonial de ya 502 años de antigüedad.
Según esta especialista, “esta es una manera de que Santiago de Cuba se convierta en una ciudad más amigable, más segura y más saludable… no se trata de dejar sin conexión a la urbe entre sus diferentes puntos, sino de hacer estudios que la conviertan en más universal y cosmopolita, se trata de que vehículos y peatones vivan en paz, también con las edificaciones, a partir de hacer cambios que permitan que convivan en armonía”.
“Igual que Enramadas y el Callejón del Carmen, Santiago de Cuba necesita otros espacios como estos, por ejemplo en algún momento en la historia, el tramo de Santo Tomás, desde Enramadas hasta San Francisco también fue peatonal, y como especialista consideramos que habría que revalorar este segmento a partir de nuevos estudios, el mismo logro de reabrir el hotel Imperial y la actividad comercial cercana, impulsa a que se pueda hacer, y también existen otros tramos que pueden ser considerados también”, asegura.
Convertir calles vehiculares en uso exclusivo de las personas apoya la idea de transformar a Santiago de Cuba en un producto de turismo de ciudad, pues en esta urbe, pero también cualquiera en el mundo entero, el turista disfruta de caminar de un lugar a otro, en especial, en centro históricos peatonales en su totalidad, “en Santiago de Cuba esto no lo podemos hacer en su totalidad, pero sí consolidar algunas áreas dedicadas al peatón.
"Este tipo de transformación favorece también el trabajo por cuenta propia, evidentemente, pues son zonas que se revalorizan, pero se hace necesario crear regulaciones que deben ser cumplidas… pero claro que incentiva la actividad privada y permite ofrecer servicios y productos en mejores condiciones, de forma más segura, y que son atrayentes para turistas nacionales y foráneos”.
Caminar hoy por el Corredor Patrimonial Las Enramadas es ver un catálogo bastante completo de la intensa actividad privada, que hoy se extiende por algunas zonas de la ciudad que se consideran “preferidas” por el incansable ir y venir de personas. Declarar un lugar como peatonal, sin lugar a dudas, favorece la presencia todo el tiempo de posibles clientes.
A la par del desarrollo de sugerentes propuestas como la peatonalización, el centro histórico de Santiago de Cuba enfrente hoy, como otras urbes del país que aspiran a ser “ciudades vivas”, problemas que de una manera u otra limitan la funcionalidad de estos núcleos poblacionales, como lo es la falta de lugares de estacionamiento.
Otros son problemas o viejos anhelos propios de la Capital del Caribe, como lo es la reanimación de calles importantes y que en los últimos años han visto deprimidas su visualidad y calidad ambiental, es el caso de Aguilera y del Paseo Martí, en el primero donde se siente el olor de la combustión de los carros más intenso que en otros sitios.
Un Parque Céspedes –espacio público más importante de la ciudad– completamente peatonal, es un sueño que por años han tratado de materializar los urbanistas y que hoy tiene propuestas bastante realistas, pero que no llegan a hacerse realidad, para insatisfacción de las personas y de aquellos que velan por la protección de las edificaciones cercanas, entre las más antiguas de la isla.
Santiago de Cuba tuvo la dicha y la mala suerte de crecer en condiciones geográficas casi extremas: constreñida entre el mar y las montañas, en un relieve accidentado dominado por las lomas. Esta condición, sin dudas, dibujó un paisaje hermoso que según algunos es único en el país, empezando por un Centro Histórico desplazado.
De este paisaje singular son sus calles, convertidas por los santiagueros en parte de su espiritualidad al hacerlas parte de su cotidianidad, devenidas entonces espacios públicos. Hoy se aprecian, además, como posibles atractivos turísticos, lo que adquiere más fuerza con el tiempo.
Archivado en: