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La expectación en torno a la desclasificación de documentos relacionados con el asesinato del presidente John F. Kennedy se ha dado de bruces con unos archivos que desentierran todos los intentos de la CIA por asesinar a Fidel Castro o derrocar al gobierno comunista de Cuba. Según publica Miami New Times, la Agencia de Inteligencia Norteamericana (CIA) barajó la posibilidad de colocar bombas en Miami, asesinar a líderes del exilio o matar a refugiados cubanos que llegaban en barco a la Florida para culpar a Fidel Castro.
La idea era cambiar la opinión pública mundial sobre el expresidente cubano, de manera que pudiera justificarse la invasión de Bahía de Cochinos organizada por la CIA. A esta operación se le conoce con el nombre de Mangosta, que incluía envenenar a Castro, utilizando veneno y píldoras que provocan botulismo (intoxicación producida por la bacteria Clostridium botulinum). Los encargados de ejecutar este plan serían los grupos de exiliados cubanos.
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Como ha publicado CiberCuba, los historiadores estaban deseando que se desclasificaran estos 3.000 archivos con la ilusión de que arrojaran luz sobre una posible intervención de Cuba y Rusia en la muerte de Kennedy. Sin embargo, los primeros documentos sólo recogen los planes de la CIA para matar a Castro, que van desde pagar 150.000 dólares al mafioso Sam Giancana hasta utilizar piezas defectuosas de aviones o trajes de buzo envenenados.
Nada se sabe de momento que justifique por qué el asesino de Kennedy, Lee Harvey Oswald, pasó un mes antes de matar al presidente por la embajada cubana en México o se entrevistó con miembros de la KGB en el consulado ruso en Ciudad México.
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