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A la espera del sexto partido de la trepidante Serie Mundial entre Astros y Dodgers, repasemos algunas de las marcas más impresionantes establecidas a lo largo del dual meet.
Empecemos hablando del dramático quinto desafío, donde cada equipo bateó ocho extrabases, algo inédito a nivel de esta instancia del evento. Este, además, constituyó el segundo choque donde los dos equipos anotaron 12 o más carreras.
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Vamos ahora a datos más generales. Por ejemplo, Astros y Dodgers suman ya 22 cuadrangulares, cifra que supera por uno el tope vigente hasta ahora, que databa del enfrentamiento de 2002 entre Angelinos y Gigantes de San Francisco. Y los 101 bambinazos de la postemporada exceden también el centenar que se firmó en el año 2004.
A nivel de equipo, Houston lleva 25 vuelacercas desde que concluyó el calendario regular, la tercera mayor cifra para un club (Gigantes, 27 en 2002; Rays, 26 en 2008). Y encima, sus 13 de este play off son el segundo total más alto de la historia, tras los 14 de la referida campaña de los Gigantes. Y algo más: se trata del único conjunto que ha podido consumar dos juegos de cuatro jonrones en Series Mundiales.
En el terreno de las individualidades, José Altuve tiene siete batazos más allá de los límites en la postemporada, a uno del record que comparten Carlos Beltrán (2004), Barry Bonds (2002) y Nelson Cruz (2011).
Por su parte, el relevista Brandon Morrow acumula una docena de salidas, apenas dos por detrás de la varilla establecida por Paul Assenmacher con los Indios de Cleveland en 1997.
¿Algo más? Sí. El mejor lanzador de la contemporaneidad, Clayton Kershaw, ha permitido ocho cuatriesquinazos en octubre, más que ningún otro lanzador de cualquier época.
Hoy, en Dodgers Stadium, la película podría sumar nuevos episodios de record. Esperemos.
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