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La hija de Rebecca Hauskin, de Oregon, murió en el útero cuando contaba con 32 semanas de gestación. "Cuando estás embarazada y tu bebé muere, tienes que llevar a cabo el parto de todas maneras", dijo a la cadena ABC News.
En lo que describe como “el peor dolor que ha experimentado en toda su vida”, Rebecca atravesó 14 horas de labor de parto. "Necesitas tomar decisiones de por vida en un período de tiempo muy corto", dijo refiriéndose a la preparación de los arreglos funerarios.
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Otra decisión que Rebecca y su marido, Randy, necesitaban tomar rápidamente era si querrían abrazar a su hija después de su nacimiento. Lo hicieron. "A las 32 semanas, estaba completamente formada, realmente muy pequeña", relató Randy.
La pareja regresó a casa sin su bebé, pero la pesadilla no terminó allí. Después de unas seis semanas, comenzaron a recibir una factura del hospital, recordándoles que debían pagar todavía unos 1,000 dólares. La cuenta del hospital era de 77 dólares por mes, y los Hauskin lo pagaron diligentemente, aunque suponía un doloroso recordatorio de lo que había pasado la familia.
El suceso, que tuvo lugar en 2010, llevó a la pareja a desarrollar una fundación, en honor a su bebé nonata, que ayudara financieramente a familias que pasan por la misma triste situación. Hayden's Helping Hands (nombrada así por su bebé, Hayden) ha pagado hasta el día de hoy las facturas médicas, de hasta 1,000 dólares cada una, de 44 bebés nacidos muertos en Oregon y Washington.
"La realidad es que no podemos cambiar el nacimiento de un bebé muerto", dijo Rebecca, "pero podemos ser un apoyo para estas familias". En el caso de Hayden, dijo, el cordón umbilical se torció y dejó de suministrarle nutrientes al bebé. No había forma de prevenirlo.
Su sueño, le dijo a ABC News, es expandir la base de su fundación a nivel nacional y ayudar a las familias en todo el país. "No hay otra organización como esta", dijo, "y no tenemos miedo de reconocer a los bebés por su nombre".
La mayoría de estas familias quieren encontrar la manera de mantener viva la memoria de su bebé, por lo que Hayden's Helping Hands nombra a cada niño en su recaudación de fondos anual y en sus páginas de redes sociales.
La pareja dice que la fundación es su manera de dar sentido a la vida de la pequeña Hayden. Han tenido otra hija, Josie, desde la muerte de Hayden, pero esta última sigue siendo una parte muy importante de sus vidas.
"Tenemos tres hijas, punto", dijo el matrimonio.
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